Capitulo XLVIII

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Simón: Creo que ya me conozco la respuesta. Tratas de castigarme por todo. (Ámbar sonríe)

 Ámbar: Debería torturarte más, pero mentiría si digo que no quiero volver a ser tu novia. 

Simón: Eso quiere decir... 

Ámbar: Exacto Álvarez, Ámbar Smith es nuevamente tu novia. (Simón se acerca a Ámbar y la abraza fuerte. Ámbar corresponde al abrazo) 

Simón: No sabes cuánto te he hechado de menos. 

Ámbar: Y yo a vos, amor. (Sharon sale del salón y Ámbar y Simón miran hacia su dirección) 

Simón: Oye, amor, debo decirte algo. 

Ámbar: ¿Es algo malo? Por favor, que no sea nada malo. 

Simón: Bueno, es algo malo con solución. 

Ámbar: ¿Qué pasa? 

Simón: Sientate. 

Ámbar: Eso quiere decir que es muy malo.—dice Ámbar sentándose. 

Simón: Amor, relájate, sólo dejame hablar.—alade Simón sentándose a su lado y sin soltarla de la mano. 

Ámbar: Está bien 

Simón: Prometeme que te vas a calmar. 

Ámbar: Okay te lo prometo, pero ya decime. (Simón suspira) 

Simón: Cuando llegué, encontré a tu madrina desmayada. 

Ámbar: ¿Qué? Pero... 

Simón:..prometiste estar calmada.—Ambar se queda callada —. Se le subió la presión por problemas financieras. 

Ámbar: ¿Estamos en la ruiena? 

Simón: Yo diría que sí, tanto que iban a embargar la casa. 

Ámbar: Pero ella no me dijo nada.—dice Ámbar con lágrimas en los ojos—. Yo tenia que saber, yo también vivo acá. (Simón acaricia la mejilla de Ámbar) 

Ámbar: Sé lo que debe sentir mi madrina, su vida completa ha sido sólo lujos y más lujos, y de la noche a la mañana va a dejar de tenerlos. 

Simón: Con lo que respecta a la casa podría ayudar, y ya se lo dije. 

Ámbar: No, no podremos devolvertelo. 

Simón:Oye, eres mi novia y mi deber es ayudarte. 

Ámbar: No sé que haría sin vos. (Ámbar abraza a Simón) 

Ámbar: Gracias por existir. 

Simón: Te amo mucho. (Ámbar se aparta de Simón y le mira) 

Ámbar: Oye, escucha, respecto a lo de tu madre, ella es una mujer adulta, puede tomar sus decisiones y estoy muy segura de que tu padre está feliz de que ella haya encontrado a un hombre que la ama de verdad. 

Simón: ¿Tú crees? (Ámbar asiente) 

Ámbar: Deberías darla una oportunidad, ella también es humano y merece ser feliz. 

Simón: Lo haré. (Ámbar abraza a Simón otra vez)

(Daniela se encuentra en la casa que ha comprado en las afueras de la ciudad) 

Daniela: No han podido conmigo, si Simón no es mío no será de nadie, eso lo juro.—ella toma su celular y marca al numero de Ámbar. 

Ámbar: ¿Bueno?...—Daniela no responde —. ¿Bueno?...oye, voy a colgar. 

Por tu AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora