Capitulo XXVII

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(Ámbar se levanta)

Ámbar: Con permiso.

(Sale Ámbar tras Simón)

Ámbar: Simón, Simón...

Simón: ¿Qué?

Ámbar: Amor, no hagas caso a sus provocaciones.

Simón: Es imposible cuando un niño rico trata de humillarte

Ámbar: No sé qué le pasa a Sebastián, en serio está cada vez peor, no quiero que caigas en su juego. Por favor, amor. (Simón suspira)

Simón: está bien, pero no me pidas volver ahí adentro, no podré controlarme, no quiero quedar mal con la señora y el señor Balsano, mucho menos con Matteo.

Ámbar: Prometiste tocar, y quiero que la señora Castro escuche nuestros aplausos.

Simón: Es un veinticuatro, no creo que esté disponible.

Ámbar: Yo creo que sí. Anda vamos, nada perdemos intentando.

Simón: Está bien. (Los dos entran de nuevo en la casa. Simón se disculpa por su comportamiento y el resto de la cena la pasan hablando de otras cosas. Después de la cena, las chicas felicitan otra vez a Simón por la comida y se van al salón, donde Luna y Ámbar aparecen con una guitarra)

Matteo: Mi guitarra, ya no me acordaba de ella.

Luna: Te la devolveremos, sólo queremos escuchar a Simón cantar.

Sra Balsano: Anda cara bonita, toca algo. (Simón sonríe rascándose la cabeza. Ambar toma el celular de Simón y marca a Cecilia...unos segundos después, Ámbar hace un vídeo directo por instagram, grabando cómo canta Simón. Cuando Simón termina de cantar, empiezan a llover los aplausos)

Sr Balsano: Cocinas, cantas...tenés todo para ser un rompecorazones. (Todos se ríen)

Ámbar: Señora Cecilia, creo que eso confirma que Simón es el tipo que necesitan—dice Ámbar a Cecilia por el vídeo.

Cecilia: Sin duda alguna.

Ámbar: Bueno, feliz navidad a todos.

Cecilia: Igualmente. (Ámbar cuelga y mira a Simón)

Ámbar: Creo que ya sos famoso. (Simón se ríe entregando a Matteo la guitarra)

Matteo: Podes quedartela, sos la persona ideal para tenerla.

Simón: Es tuya.

Matteo: Ahora es tuya, por una vez en tu vida deja de ser tan orgulloso.

Luna: Matteo tiene razón cuñado. (Suena el celular de Ámbar, un número desconocido)

Ámbar: Vuelvo enseguida. (Ámbar sale del lugar y va atender a la llamada)

Ámbar: Señora Alvarez.

Sra Alvarez: Hola cariño.

Ámbar: ¿Ya llegó a Italia?

Sra Álvarez: Justo me estoy hospedando en el hotel. (Ámbar controla que nadie se acerca)

Ámbar: Le voy a estar infinitamente agradecida por eso, señora.

Sra Álvarez: Soy yo la que te agradece, hija. (Aparece Simón)

Ámbar: Bueno, madrina, te llamo después. —finge Ámbar al ver a Simón y cuelga.

Simón: ¿Qué quería?

Ámbar: Ya sabes, asegurarse de que estoy bien

Simón: Y de que estés con Sebastián. (Ámbar suspira)

Por tu AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora