Capitulo XXXIV

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(Simón se encuentra encerrado en su cuarto, no le apetece salir ni ver a nadie. Pasa toda la noche mirando las fotos que él y Ámbar compartían mientras las lágrimas bajan por sus mejillas. A la mañana siguiente, Simón se da una ducha y se alista para ir al restaurante)

Sra Álvarez: El desayuno está listo.

Simón: No es nacesario, mamá, no tengo hambre. Nos vemos en la tarde. (Se va Simón tras dar a su madre un beso en la mejilla)

...

(Luna se levanta al escuchar los llantos de Ámbar. Luna la busca con la mirada y la ve sentada en una esquina con el celular en las manos)

Luna: ¿Ámbar qué pasa?

Ámbar: Soy una tonta, Luna. (Luna se acerca a Ámbar)

Luna: ¿De qué hablas? (Ámbar la entrega el celular y Luna ve que es un sms de Delfina)

Sms de Delfina: Ámbar, lo sentimos, sé que es por nuestra culpa que te peleaste con Simón. La que besó a Simón fue Sabrina y él no correspondió. Todo fue culpa nuestra.

Luna: Dios mío, no es posible ¿es que nadie aprende? Hace poco casi Simón mata a Sebastián porque Jazmín habló de más y ahora eso...

Ámbar: Él nunca me va a perdonar, le dije cosas horribles.

Luna: Pero tienes que hablar con él, explicarle.

...

(Simón entra en el restaurante donde encuentra a los demás)

Matteo: Hola Simón. (Simón solo asiente en signo de saludo y sigue su camino)

Jazmín: ¿Qué le pasa?

Nina: Creo que se ha tomado en serio lo que dijo Ámbar sobre los mundos distintos.

Jim: Me siento culpable.

Jazmín: Es que lo son, ustedes provocaron todo eso.

Gastón: No es el momento de buscar culpables debemos hacer que Simón y Ámbar estén juntos, tenemos que saber dónde se besaron por primera vez, seguramente este buen momento les une.

Nina: Gastón tiene razón. (Entra Sebastián y se sienta con los chicos)

Sebastián: ¿Alguien sabe de Ámbar? (Suena el celular de Matteo. Él abre el sms)

Matteo: Es Luna, están de camino hacia aquí.

Ramiro: Ojala puedan hablar y aclarar las cosas.

(Simón está trabajando cuando Luna y Ámbar llegan. Saludan y Ámbar camina para hablar con Simón)

Ámbar: ¿Podemos hablar?

Simón: No.

Ámbar: Por favor.

Simón: No tenemos nada de qué hablar, pertenecemos a mundos distintos.

Ámbar: Simón, estaba enojada, comprende.

Simón: Ahora quien no te quiere en su vida soy yo, después de todo dijiste lo que llevabas tiempo negando.

Ámbar: Sólo lo dije porque estaba enojada y quería que te sintieras mal.

Simón: Suficiente, yo tampoco te quiero en mi vida, comprende, después de mucho tiempo le abro mi corazón a alguien y termina por lastimarme como todo el mundo. Me duele, porque no sé cómo borrar cada una de tus palabras, ni sé cómo borrarte de mi corazón, pero puedes estar segura de que lo voy a conseguir, nunca más nadie me va a lastimar como lo hiciste.

Por tu AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora