Capitulo III

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(Se va Simón y Luna se dirige a la sala donde se encuentra Ámbar. Ella entra) 

Ámbar: Lunita... 

Luna: Ya extrañaba que me dijeras así, amiga. —Luna la va abrazar y la da un beso en la mejilla—. Nunca más me vuelvas a dar este susto, primero te mato Ámbar Smith... (Sebastián se levanta) 

Sebastián: Bueno, como es un momento íntimo entre amigas, yo me voy.—dice sebastián levantándose de la cama, y se dirige a Ámbar —. Hasta luego. 

Ámbar: Chao. (Se va Sebastián. Luna se sienta en el lugar donde estaba Sebastián) 

Ámbar: ¿Has descubierto algo de ese chico? 

Luna: Lo ví. Ámbar: ¿Y por qué no entró a verme?. —pregunta con tristeza. 

Luna: Porque no se lo permitieron 

Ámbar: No puede ser...yo quería verlo. 

Luna: Pero me dio algo para ti. —Luna la entrega el bolso. Ámbar saca lo que hay en el bolso y es una bolita de cristal que tiene cadena. Ámbar tira de la cadena y empieza a sonar mientras caer nieve en el interior de la bola de cristal. Las lágrimas bajan por los ojos de Ámbar a causa de la emoción. 

Ámbar: Es...increíble. 

Luna: Más increíble es lo que hizo. Hoy obtuvo su primer sueldo y pensó en ti.

 Ámbar: Luna, por favor, encuentralo, él me salvó la vida, quiero agradecérselo personalmente, necesito decirle lo que tengo en mi corazón. 

Luna: Te prometo que así será. (Ámbar vuelve a mirar el cristal) 

Ámbar: Es...el mejor regalo. 

Luna: Acuerdate que no te puedes estresar, amiga, y si lloras mucho, te saldrán arrugas y para cuando Simón venga a verte ya no estarás guapa. (Ámbar se limpia las lágrimas rápidamente) 

Ámbar: No, no voy a llorar más. 

Luna: ¿Me dejas decirte algo? 

Ámbar: Decíme... 

Luna: Estoy segura de que Simón pasó por aquí. A lo mejor vio a Sebastián contigo y no quiso interrumpir. 

Ámbar: No puede ser...no es justo... 

Luna: Te prometo que lo vamos a encontrar, pediré ayuda a Matteo.

(Ámbar pone mano sobre la de Luna y sonríe)

Ámbar: Sos una gran amiga, te quiero mucho.

Luna: Yo a ti, amiga. 

(Simón llega al trabajo. Nico y Pedro se acercan a él) 

Nico: ¿Y? Simón: Nada.. 

Pedro: Cómo que nada, fuiste para ver a tu amiga enferma y apareces por acá diciendo que nada. (Simón se rasca la cabeza) 

Simón: Es que no pasó nada, no me atreví a entrar a verla. 

Nico: ¿Por qué? 

Simón: Porque tiene novio y pues, porque todos son unos chicos ricos, imagínate.. 

Pedro: Lamento que todo haya pasado así. 

Simón: No tienen nada que lamentar, me ilusioné solo.—Simón sale del lugar para trabajar. Nico y Pedro se miran... 

Matteo: Así que quieres que busquemos a un tipo llamado Simón ¿dónde lo vamos a encontrar? ¿y por lo menos incontables Simones acá? 

Luna: Anda, amor, no seas pesimista, se lo prometí a Ámbar, tenemos que encontrarlo antes de la fiesta sorpresa que la estamos organizando. Avisemos a los demás para que nos ayuden. 

Por tu AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora