Capitulo IX

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(Ámbar corresponde al beso feliz, sintiendo que era lo que necesitan para que su felicidad se prolongara. Simón la sigue besando hasta que él se aparta lentamente para dejarla respirar. Ámbar lo mira a los ojos, esperando que Simón se disculpara y dijera que eso no podía volver a pasar, como siempre hacia, pero se equivocaba. Simón aparta uno de sus mechones de pelo mojado de su frente y la vuelve a besar. Los dos se siguen besando)
...
(A las siete de la noche, el navegador ya había puesto el yate en marcha para volver. Todos ya habían comido y estaban con la ropa limpia que llevan puesto. Simón se encuentra sentado en la pequeña terraza tocando a la guitarra, aparece Ámbar y se sienta a su lado, aún tiene el pelo mojado)

Ámbar: ¿Y ahora?

Simón: ¿Qué?

Ámbar: Digo...después del..beso ¿qué somos?

Simón: ¿Qué crees? (Ámbar de encoje de hombros)

Ámbar: No sé. (Simón acaricia su rostro y Ámbar cierra sus bellos ojos azules. Simón estampa sus labios sobre los de ella)

Simón: Seremos lo que tú quieras.

Ámbar: ¿Así sea algo serio?

Simón: Así sea algo serio.—afirma. (Ámbar apoya la cabeza sobre el hombro de Simón)

Ámbar: Quiero que seamos novios, pero tengo miedo de que mañana ya no quieras estar conmigo y me ignores.

Simón: Soy yo quien tiene miedo de que termines en una relación con alguien de tu mundo. (Ámbar lo mira a la cara)

Ámbar: Pero yo te quiero.

Simón: Yo a ti también.

Ámbar: ¿Entonces lo intentamos?

Simón: Claro, podemos intentarlo. (Simón le da un pequeño beso a Ámbar en la nariz y luego en la frente. Ámbar apoya la cabeza otra vez en su hombro mientras Simón toca a la guitarra cantando "eres")

Simón: Eres mi flor favorita en un cuento de hadas, eres la frase más bella jamás escuchada, eres el frío el calor, eres el miedo el valor, eres la sombra que sale cuando quema el sol. Eres, un confidente de todas mis emociones, la causa y la razón( ... )

(En el vecindario llega una chica con su equipaje, toca a la puerta y abre una señora mayor)

Señora: ¿En qué la puedo ayudar?

Chica: Busco a una persona, me direjon que vive en este vecindario.

Señora: ¿A quién busca?

Chica: A Simón Alvarez.

Señora: ¿Y usted quién es?

Chica: Su novia.

(Ámbar estaciona su auto frente al vecindario de Simón)

Simón: Creo que mañana me toca llevarte a un lugar.

Ámbar: ¿Asi? ¿a dónde?

Simón: Lo único que puedo decirte es que pongas ropa cómoda, digo, si tienes alguna ropa menos lujosa y simple.

Ámbar: ¿Cuánto crees que costó esa blusa?

Simón: Mil dólares

Ámbar: Ya te he dicho que no me importa el dinero, Simón.

Simón: Lo siento, pasa que me cuesta mucho acostumbrarme.—Simón acaricia el rostro de Ámbar y ella cierra los ojos—. ¿Puedo pedirte una cosa? (Ámbar asiente y mira a Simón a los ojos)

Ámbar: Lo que quieras.

Simón: Cuando sientas que ya no me quieres, dímelo, te prometo que lo podré soportar y no voy a juzgarte.

Por tu AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora