Capitulo XXXVI

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Sharon: Doctor, lo llamo después.

Doctor: Claro.

(Sharon cuelga y se dirige a Amanda)

Sharon: ¿Cómo que no está en su cuarto?

Amanda: Ya la busqué por todas partes y no está.

Sharon: No es posible que esta niña no pueda estar tranquila así sea por un día.

...

(Ámbar se encuentra atada a una silla en una casa abandonada)

Xxx: Simón está muerto, no lo has podido salvar.

Ámbar: No, no..no, Simón no puede estar muerto.

...

(El hombre se encuentra en el patio de la casa abandonada hablando por teléfono)

Hombre: Me la encontré en la vecindad de Simón, está un poco loca, está gritando cosas incoherentes.

Daniela: Ten la ahí hasta que todos se olviden de que existe.

Hombre: ¿Sabes lo que me apetece? Llamar a Simón.

Daniela: Ni se te ocurra involucrarlo en eso, no quiero que te acerques a Simón.

Hombre: Te recuerdo que vos no me das las órdenes, yo hago lo que yo quiera y a partir de hoy, podes despedirte de tu querido Simón, pienso cobrarle las que me debe. (El hombre cuelga a la llamada, marca al celular de Simón)

...

(Simón se encuentra dormido cuando escucha sonar algo, es su celular, él atiende)

Simón: ¿Si?.—responde medio dormido.

Hombre: ¿Adivina a quién tengo conmigo?

Simón: ¿Qué quieres?

Hombre: Escucha con atención. —Simón escucha a Ámbar llorar al otro lado del teléfono, lo que hace que se levante automáticamente de la cama—. ¿Dónde la tienes?

Hombre: Calma, y escucha, vas a venir solo al lugar donde yo te diga, cuidado con traer a la policía porque si lo haces, a lo mejor tu novia no salga viva.

Simón: Decime donde la tienes maldito infeliz.

Hombre: Todo a su tiempo, te pasaré un mensaje.

...

(Simón se pasa el tiempo esperando el menaje cambiando de un lugar a otro)

Sra Álvarez: ¿Hijo qué pasa?

Simón: Nada.

Sra Álvarez: Pero.—en este momento tocan a la puerta y va abrir la madre de Simón, entran Luna y Matteo.

Luna: Simón, Ámbar no aparece por ninguna parte.

Simón: Lo sé.

Matteo: Cómo que lo sabes?

Simón: No os puedo decir nada.—suena el celular de Simón, y ve que el tipo le ha mandado una foto de Ámbar amarada a una silla apuntándola con un arma y bajo la foto, la dirección.

Luna: ¿Cómo que no puedes decir nada?

Simón: Debo irme

(Simón toma las llaves de su carro y sale de la casa. Luna y Matteo van detrás de él sin que se diera cuenta. Simón conduce hacia el lugar donde le ha indicado el hombre. Estaciona su auto y se mete en el bosque sin darse cuenta de que Luna y Matteo van detrás de él. Llega Simón al lugar y toca a la purrta )

Por tu AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora