Capitulo LII

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Simón: Pues, deseo concedido princesa.—dice Simón abrazándola más fuerte y besando su pelo.

...

(A la mañana siguiente: Simón y Ámbar llegan a la casa tomados de las manos)

Empleada 1: Buenos días. (Simón y Ámbar responden)

Simón: Pueden servir el desayuno en media hora, vamos a ducharnos y bajar.

Empleada 1: De acuerdo. (Suena el celular de Simón. Simón atiende)

Simón: Dime Alfredo.

Alfredo: Ya todo está listo, la señora Benson recuperó todos sus bienes.

Simón: Pero ¿cómo los perdió?

Alfredo: Su abogado la estuvo estafando, por suerte interferimos antes de que sea demasiado tarde.

Simón: Muchas gracias.

Alfredo: Un placer. (Simón cuelga a la llamada y se dirige a Ámbar)

Simón: Amor, acaba de hablarme el abogado.

Ámbar: ¿Qué dijo?

Simón: Tu madrina recuperó sus bienes.

Ámbar: No comprendo.

Simón: El abogado de tu madrina trató de estafarla.

Ámbar: No, no puede ser.

Simón: Pero ya no tenemos que preocuparnos por eso, tu madrina ya puede estar tranquila, se resolvió el caso a tiempo.

Ámbar: Mi madrina tiene una gran deuda con vos. (Simón pone las manos sobre el rostro de Ámbar)

Simón: Oye, no me debe nada, comprende, lo hice por ti, si nos vamos a casar y formar una familia ya no debemos hablar de deudas. (Ámbar sonríe poniendo las manos sobre las de Simón)

Ámbar: Sí, tenés razón. (Simón la da un beso corto)

Simón: Ahora vamos a ducharnos.

Ámbar: Adelantate, voy enseguida.

Simón: De acuerdo. (Se va Simón. Ámbar se va a la cocina y habla con las empleadas sobre tener la noche libre, ya que está pensando en organizar una cena romántica para ella y Simón)

...

(Simón le limpia a Ámbar el pelo mientras juguetean entre risas)

Ámbar: Sabes que no puedo atrapar la toalla.—dice Ámbar—. Sos más alto.

Simón: Entonces dejame secarte el pelo.

Ámbar: Está bien. (Ámbar pasa los brazos por la cintura de Simón abrazándolo mientras Simón la limpia el pelo)

Ámbar: Podrías ser un buen peluquero.

Simón: No me digas.

Ámbar: Ajaj...pero conmigo al lado, no te dejaría estar sólo con las clientas.

Simón: Si es mi trabajo deberías.

Ambar: De ninguna manera, sos demasiado guapo como para dejarte libre por ahí.

Simón: Soy yo quien debe cuidar de que no se acerquen a tí.

...

(Jazmín y Sebastián se están besando en la puerta de la casa de Jazmín. Se corta el beso)

Jazmín: No sé lo que nos está pasando pero me gusta.

Sebastián: A mí también.

Jazmín: Pero antes de cualquier paso quiero que hables con Ámbar.

Por tu AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora