Capitulo XXX

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Pedro: No sabíamos que vendrias hoy. 

Simón: Supuse que Ámbar vio la revista, no pude quedarme ni un minuto más. 

Jazmín: Todo por culpa de Sebastián. 

Simón: ¿Qué tiene que ver Sebastián en todo eso? 

Jazmín: Él fue quien mostró a Ámbar la revista para hacerla sentir mal. 

Simón: Estoy harto.—dice soltando la mano de Ámbar y saliendo del restaurante. 

Delfina: Jazmín ¿qué hiciste? 

Jazmín: Decir la verdad. 

Yam: Pues tu verdad está a punto de tener consecuencias. (Todos van tras Simón, pero Simón ya ha tomado un taxi) 

Ámbar: Vámonos en mi auto. 

Matteo: Nosotros iremos en el mío. (Todos se separan y van a subir en los autos) 

Jazmín: Ay no, por mi culpa a lo mejor Sebastián vaya a matar a Simón o Simón a Sebastián, luego uno de los dos tendrá que ir a la cárcel. 

Ámbar: Jazmín callete, me pones más nerviosa. 

Jazmín: Lo siento, pero es que... J

im:...es que debes guardar silencio a veces. 

... 

(Simón baja del taxi frente a la mansión de Sebastián y toca a la puerta de forma agresiva. Abre la empleada) 

Empleada: ¿Qué desea? 

Simón: Necesito ver a Sebastián. —dice Simón apartando a la mujer y entrando en la casa—. Sebastián. —llama Simón a gritos—. Sebastián. 

Empleada: El señorito se encuentra en la piscina, pero me dijo que no lo molestaran. 

Simón: Eso lo veremos. (Se va Simón buscando a Sebastián y le encuentra metido en la piscina con una chica besándose) 

Simón: A ti te estaba buscando.—dice Simón bajando a la piscina y dando a Sebastián un puño. Y sin dejarlo poder levantarse lo sigue golpeando. La chica se pone a gritar. Por suerte aparecen Matteo y Ramiro quienes apartan a Simón de Sebastián, quien se encuentra herido e inconsciente. 

Matteo: Gastón, sacarlo del agua. (Gastón y Pedro sacan a Sebastián del agua) 

Gastón: esta respirando traigan un poco de alcohol. 

Empleada: De acuerdo. 

Ámbar:¿Por qué hiciste eso? No podes estar reaccionando así. 

Matteo: Ámbar tiene razón, casi lo matas. (La empleada trae el alcohol. Gastón y Pedro se ocupan de que Sebastián) 

... 

(Unos minutos después, Sebastián se despierta) 

Ámbar: ¿Estas bien? 

Sebastián: Sí, lo estoy.—dice Sebastián mirando a Simón—.Por suerte tu novio no me ha matado. 

Simón: Es lo menos que te mereces imbécil.

Sebastián: ¿Sabes que podría denunciarte, verdad? 

Simón: ¿Crees que te tengo miedo?.—pregunta Simón tratando de lanzarse. 

Gastón: Basta, Simón. 

Sebastián: Mira nada más, te ganas unos pesitos en la porquería de musica que compones ya te crees el centro del universo. Me das pena y Ámbar terminará por saber la clase de rata que eres. (Esta vez Ámbar le da una bofetada a Sebastián, lo que hace que todos se queden con las bocas abiertas) 

Por tu AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora