Por tu Amor

Capitulo XVII

(Llega Simón al restaurante para comenzar a trabajar) 

Nico: Hasta que llegas. 

Simón: Lo siento, es que fui a tratar sobre el asunto de la mujer que pagó mi fianza. 

Pedro: ¿Y qué descubriste? Simón: Es dueña de una discográfica y quiere que yo me presente allá el viernes a cantar. 

Pedro: Suena lindo. 

Nico: Muy pronto serás un gran famoso. 

Simón: Tampoco exageramos, la verdad es que a veces no me ilusiono. 

Nico: Puedo asegurarte de que todo va a salir bien

... 

(Ámbar se encuentra sola, sentada y manejando su celular cuando entra el doctor)

 Doctor: ¿Cómo se encuentra mi paciente favorita? (Ámbar sonríe) 

Ámbar: Me siento mejor, gracias. Doctor: Ámbar, quisiera hablarte de algo muy importante. 

Ámbar: ¿Tiene que ver con lo que me pasó? 

Doctor: Sí, la verdad es que, no pudimos operarte con anterioridad, estabas débil y corríamos el gran riesgo de perderte, pensamos en esperar un poco, pero no me imaginé que algo fuera afectarte hasta el extremo de provocarte otra crisis. (Ámbar sonríe sin ganas, tratando de no sentirse consumida por el miedo y el dolor) 

Ámbar: Cuando vivís es imposible evitar un problema, por mínima que sea, si no sos vos, es otra persona. Creo que si de eso depende mi enfermedad, me voy a morir. 

Doctor: No digas eso, sos una chica fuerte, y la tristeza de tus ojos van a desaparecer muy pronto, pequeña, te lo digo. 

Ámbar: gracias. 

Doctor: Otra cosa, en tres días te daré de alta, sólo quiero tenerte bajo observación y que te den las medicaciones necesarios, pero puedo asegurarte de que muy pronto tendremos que curarte. 

Ámbar: ¿Usted tiene fe?

 Doctor: Mucha, porque sé que vas a luchar.—el doctor se levanta —. Descansa un poco hija. (Ámbar asiente y se va el doctor. Ámbar empieza a manejar su celular nuevamente, cuando de pronto, alguien la manda un sms por la red social. Ella abre el mensaje) 

Sms de Daniela: Por andar mandando a tus amigas a buscar a mi novio, descubrieron lo que no debían, seguro te contaron que me vieron con Simón... Juntos, bien juntitos. Imagínatelo. (Las lágrimas bajan por las mejillas de Ámbar y justo se abre la puerta. Ámbar se seca las lágrimas rápidamente dejando su celular sobre la mesa) 

Sharon: Hola.

Ámbar: Hola madrina.—saluda fingiendo una sonrisa. 

Sharon: Salí un rato a tomar el aire. 

Ámbar: ¿Por qué no te vas a casa? 

Sharon: No puedo dejarte sola. 

Ámbar: No estoy sola, el doctor se pasa prácticamente el horario de trabajo en este cuarto. (Sharon sonríe) 

Sharon: ¿Desde cuándo usas el sarcasmo? 

Ámbar: Creo que debo empezar a tomarme las cosas con calma. 

Sharon: Como siempre tiene que ver con Simón. 

Ámbar: Simón ya tiene una vida, y no creo que yo pueda hacer algo. 

Sharon: Cariño, sé lo que sentís, aunque ni me creas no me gusta verte así. 

Ámbar: Yo sé que decís la verdad, madrina, la separación de Simón y yo sólo tiene que ver con nosotros.