Capitulo XXXV

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Gastón: Nina tiene razón, pensemos, no podemos dejar que esta relación se acabe así.

...

(Simón entra en la cocina)

Simón: Chicos, necesito...

Ámbar:¿...lo haces a propósito? (Simón voltea a mirar a Ámbar)

Simón: Oye, estoy trabajando.

Ámbar: No me importa tu trabajo, quieres ponerme celosa con Sabrina.

Simón: Ámbar, no es lugar para hablar de eso, te repito, estoy trabajando.

Ámbar: ¿Por qué no pensaste en eso cuando te hacías el galán con ella? ¿Por qué no entendes que me importas?.—las lágrimas bajan por las mejillas de Ámbar —. Todo lo que te dije fue horrible, lo sé, pero estaba furiosa, no pensaba con claridad,

Simón...perdoname.

Simón: Ya basta, comprende, ya no eres mi nada, no eres el centro de atención, hubieras pensado las cosas antes de decirlas, yo también me enojo, pero no te diría todo lo que me dijiste, acabaste con todo lo que nos llevó mucho construir en una sola noche.

Ámbar: Simón...

Simón:.. Si no te vas, me iré yo.

Ámbar: Simón, por favor. —llora Ámbar.

(Simón deja la bandeja y el delantal sobre la encimera de la cocina)

Cocinero: Simón ¿qué haces?

Simón: Me voy, hablaré con el jefe después, no trabajaré más aquí. (Simón sale del lugar y Ámbar queda llorando)

...

(Sabrina nota cómo Luna y los demás la están mirando. Aparece Simón)

Simón: Nos vamos.

Sabrina: Pero...

Simón:..dije que nos vamos, Sabrina, si te quieres quedar perfecto.

Sabrina: Vale, iré contigo. (Sabrina y Simón salen del restaurante)

...

Luna: ¿Qué habrá pasado?

Delfina: Creo que es mejor que vayamos a buscar a Ámbar. (Luna, Nina y Delfina van a buscar a Ámbar)

Sebastián: Parece mentira que todo eso esté pasando.

Jim: No mientas, te hace feliz que eso pase, así podrías estar con Ámbar.

Ramiro: No digas cosas que no sabes Jim, Sebastián no ha tenido nada que ver esta vez. (Aparecen Luna, Nina, Delfina y Ámbar)

...

(Sabrina detiene el carro)

Simón: ¿Qué pasa?

Sabrina: Tenemos que hablar, todo eso ha sido culpa mía, no es justo que lo pagues con Ámbar.

Simón: Yo habría reaccionado igual, pero nunca la habría dicho cosas que la pudieran herir de esta forma.—dice Simón con tono calmado—. Ella sabía todo sobre mí, sabía mis miedos, y aun así decidió herirme.

(Recordar las palabras de Ámbar provocan que una lágrima se deslice por su mejilla)

Simón: Creo que nunca podré olvidar lo que pasó.

Sabrina: Ahora sólo estás dolido, Simón, pero no te desquites con ella, ella te ama.

Simón: Fue hermoso mientras duró, y todo lo que viví al estar a su lado serán mis mejores recuerdos, pero no creo que hay algo en esta vida que pueda volver a llevarme hasta ella, todo entre nosotros se ha acabado.

Por tu AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora