Capitulo XLIII

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(A la mañana siguiente, se despierta Sabrina y no ve a Simón a su lado, pero le escucha tocar a la guitarra cantando "eres" Sabrina se levanta de la cama y se acerca a Simón, quien se encuentra sentado en el sofá que hay en el cuarto)

Simón: Buenos días.

Sabrina: No has podido dormir toda la noche, y has sido el primero en despertar. (Simón deja a un lado la guitarra)

Simón: Perdón no que no te haya dejado dormir.

Sabrina: No importa.

Simón: ¿Quieres que te prepare el desayuno?

Sabrina: Sí, por favor. (Simón se levanta y la da un beso en la frente y se va. Sabrina cierra la puerta y busca entre la ropa de Simón su celular, lo toma y busca en el número de Ámbar, ve que Simón lo tiene con el nombre "mi amor"

...

(Ámbar se encuentra maquillándose cuando suena su celular, se levanta del tocador y se acerca a la cama, toma su celular y ve que es Simón, ella cuelga sin contestar y se vuelve a ir a sentar para terminarse de maquillar. Después toma su teléfono y su bolso y baja al salón donde encuentra a Sebastián esperando por ella)

Sebastián: Vine a buscarte para que vayamos juntos a la universidad.

Ámbar: Perfecto, porque la verdad no me apetece conducir después de haberme pintado las uñas.

Sharon: ¿Se van?

Ámbar: Sí.

Sharon: ¿Y no desayunan?

Sebastián: No podemos, llegaremos tarde a la prueba.

Sharon: Bueno, tengan mucha suerte.

Ámbar: Gracias, madrina, nos vemos.

Sharon: Chao. (Se van Ámbar y Sebastián)

Sebastián: ¿Te parece si salimos a cenar esta noche?

Ámbar: Claro, me parece bien.

Sebastián: A las ocho entonces vendré a buscarte.

Ámbar: Claro, estaré lista.

...

(Sabrina copia el numero de Ámbar en su celular y guarda el teléfono de Simón donde estaba. Cuando escucha los pasos de Simón, se sienta sobre la cama)

Simón: Aquí tienes el desayuno.

Sabrina: Se ve delicioso.

Simón: Espero que lo disfrutes.

Sabrina: Por favor, perdóname.—lee Sabrina en el plato —. No me puedo creer que hayas gastado el beicon para escribir eso.

Simón: Es que necesito disculparme.

Sabrina: No tienes que disculparte, Simón, ya tomé una decisión.

Simón: Así que vas a dejarme.

Sabrina: Sabes que te amo, y mucho, pero a tu lado debe estar Ámbar, no yo.

Simón: Entre Ámbar y yo ya no hay nada.

Sabrina: Eso es lo que dicen, pero es obvio que se aman mucho.

Simón: ¿No hay forma de hacerte cambiar de decisión?

Sabrina: Lamentablemente no, pero quiero que sepas que siempre podrás contar conmigo, eres lo mejor que me ha podido pasar.

Simón: Te quiero.

Sabrina: Lo sé.—dice acariciando la mejilla de Simón y se besan—. Voy a echar de menos tus besos.

Simón: Sólo tienes que decidir quedarte a mi lado.

Por tu AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora