Simplemente Carrie.

3. Busca tu muerte natural.

Luego de salir corriendo, escuché a Cristal detrás de mí, corriendo como una loca y gritando: <<¡Busca tu muerte natural, Carrie! ¡Busca tu muerte natural!>> una y otra vez. Tuvimos que parar cuando la realidad nos golpeó de frente, o más bien nosotras golpeamos a mi padre, haciendo que él cayera. Entonces, escuchamos las risas de nuestro público, sí, Paul, Damian y mi padre nos habían visto correr por toda la casa, gritando como descerebradas y vistiendo prendas totalmente pequeñas. Yo, llevaba un simple toalla que tenia que ajustar a cada paso, y Cristal llevaba una camisa que le presté anoche, la cual adelante tenía la siguiente leyenda: No tendré chichis, pero soy cool. ¿Cómo llegó eso a mi armario? No lo sé, pero se la presté a Cris y le queda bastante corta.

Luego del espectáculo que dimos, mi padre nos ordenó que fuéramos a vestirnos para ir al instituto. No obedecidos de inmediato, nos quedamos riendo con él sobre todo lo que había pasado. Pese a eso, luego de haber desayunado, estamos aquí, todos en el auto de Paul. Ya que, Damian quiso dejar su auto en casa. Vamos distribuidos de la siguiente manera: chicos adelante, chicas atrás, fin.

Por si se preguntan qué hice con el cuerno de mi cabeza, les cuento que me apliqué una pomada, oh, bueno, papá lo hizo, y me puse un gorro. Listo, no se nota nada.

Siento un toque en mi nariz y abro los ojos, me encuentro con los ojos azules de Damian fijos en mí. Frunzo el ceño y quito su dedo de mi nariz. Esta volteado sobre su asiento viéndome, curioso.

—¿Estabas en otro mundo, Carrie carretera?—pregunta, burlón.

—Sí, en uno que no estás tú—bromeo, alzando mi ceja.

—Nah, pues que aburrido entonces. Le hace falta mi sazón.—alza ambas cejas y Cris, que también estaba escuchando, ríe y yo la acompaño.

Nos quedamos en silencio y escucho la voz de mi mejor amiga cantar la canción de la peli que vimos ayer.

—Sin preocuparse...—canta bajito.

—Es como hay que vivir...—le sigo un poco más fuerte.

—A vivir así...—canta Damian.

—Yo aquí aprendí...—le sigue mi primo desde el volante.

—Hakuna matata.—termina Cristal. Todos reímos.

—Fue bueno, fue bueno. ¡Podemos ser una gran banda!—exclama Damian, y clava su vista en mí. Ah, ya lo sé. Una burla en tres...dos...uno...—Cris podría cantar, Paul tocar la batería, yo la guitarra, y Carrie...bueno, carretera, tú podrías tocar el triangulo para no espantar a la gente con tu voz.

—Ja, ja, ja. Muy gracioso, moco. Mi voz es tan hermosa como la de un coro de ángeles, ¿ok?—reclamo y todos ríen. Ok, canto horrible, pero...¡libertad de expresión! Soy libre de cantar como me salga.

—Llegamos al infierno, amigos. Pueden bajar de mi hermosa bebé, ahora.—dice Paul, apagando el motor de Selena, su auto. Mi primo tiene una leve, pero muy leve, obsesión con la ex de  JB. La ama.

Bajamos y nos encaminamos al salón de Historia Universal, según el horario, es nuestra primera clase.

Tomo asiento y trato de no mirar a la ventana ni distraerme con la facilidad en que lo hago siempre. Este año debo prestar más atención. ¡Es mi último año!

Historia Universal, una de las clases más aburridas del universo, sí, eso dije. La profesora nos mandó a trabajar en parejas, cómo era de esperarse, Paul y yo trabajamos juntos, y Cristal trabaja con Carrie.

Dejo a Paul hacer su parte del trabajo y me dedico a mirar por todo el lugar. Mi vista se detiene en una saltarina y ruidosa morena que tengo por amiga desde hace muchos años ya. Está esforzándose por ayudar a Cris en el trabajo.

Debo decir que Carrie no es una chica normal, (en el mejor sentido de la palabra) no es como las que conozco, ella es extrovertida, alocada y muy expresiva; le encanta ayudar a los demás, sin tener que alardear sobre ello; ella se la pasa en la biblioteca municipal leyendo grandes historias de la biblia a los niños pequeños. Carrie es una gran chica y, aunque nunca dejo de molestarla y burlarme de ella, la considero una gran amiga, por que ella siempre ha estado, en los buenos, malos y peores momentos, siempre ha sido Carrie. Y, aunque parezca exagerado y me sorprenda a mi mismo pensando esto, creo que todo el mundo necesita a una Carrie García en su vida. Sí, lo dije. Carrie es la mejor chica que he conocido, sin duda alguna.

—Yujuu, ¿Se encuentra el que se supone debería estar ayudando en este trabajo?—la voz de Paul me hace despegar la vista de Carrie, y mirarlo a él nuevamente.

—Sí ¿Qué decías? ¡Historia Universal, la mejor materia del universo!—exclamo, nervioso y efusivo, mientras levanto un puño en alto. Recibo varias miradas confusas de mis compañeros y un ceño fruncido de parte de Carrie, luego la veo sonreír.

—Mmm, ¿en quien pensabas?—interroga, alzando una ceja. ¡vaya curioso éste!

—¿Qué? No, en nadie. Pensaba en mi lindo auto abandonado en tu casa.—miento, rueda los ojos.

—¿En Luna?—insiste. Luna es mi ex desde hace un mes, terminamos porque ella solía ser muy irritante cuando se lo proponía, y porque no estaba enamorado de ella en lo absoluto, mucho cuerpo y poca belleza.

—Nop, para nada.

—Entonces...¡en Carrie!—tapo su boca con mi mano rápidamente, ganando nuevas miradas sobre nosotros.

—De acuerdo, sí, pero calla. No es lo piensas.

—Te gusta mi prima, ¡lo sabía! He visto como la miras...—alza las cejas.

—Claro que no. No es eso, por Dios, ¡que exagerado eres!—exclamo en voz alta, sin querer.

Paul abre su boca para responder, pero la profesora se le adelanta.

-Es suficiente. A detención, los dos. ¡ahora!-con su brazo señala a la puerta.

Recojemos nuestras cosas y, una vez fuera y lejos del salón, estallamos en carcajadas.

—No puedo creer que te guste Carrie.—dice, después de habernos calmado, negando con su cabeza.

—No me gusta, Carrie. Ella es genial, es muy divertida y no voy a negar que es linda, pero...

—¡Dios, estás loco por ella!—me interrumpe. Ruedo los ojos.

No puede gustarme Carrie, ¿o sí?

Nota de autora:

¡Hola, holaa!

Tercer capítulo💕

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Los quiero❤

Besos, May💜📖