30. Detesto mi cumpleaños.

33 5 0
                                    

Despierto, sintiendo la mano de mi madre mover mi hombro repetidas veces. Rasco mis ojos y bostezo, tengo demasiado sueño, ayer me acosté muy tarde estudiando con Dam por Skype, porque ya empezaron los previos finales y todo se pone más tenso estos días.

—Se te hace tarde, cariño. Es mejor que corras—dice mamá, luego de darme un beso en la frente.

—Sí, mamá...—susurro pero ya se ha ido, dejandome sola en la habitación.

Camino por mi habitación preguntándome si realmente necesito el estudio para sobrevivir o si simplemente puedo quedarme en casa el resto de mi vida, termino llegando a la misma conclusión de siempre: necesito el estudio.

Entro en la ducha y dejo que el agua fría haga su labor de despertarme, mientras cae por todo mi cuerpo. Al salir del baño, tomo lo más sencillo de mi armario: un saco grande, un pantalón deportivo y unos tenis. Mi cabello últimamente ha perdido sus rulos y se ha estado poniendo  lacio, no tengo idea de por qué, así que solo lo ato en una cola de caballo y sigo con mi vida, pensando en los previos de hoy ¿o debo decir torturándome?

—¡Basurita, a desayunar!—escucho la voz de mi primo del otro lado de la puerta.

—¡Voy!—respondo, terminando de tomar mi mochila.

(...)

—¡No puedo creerlo!—respondo, sorprendida por el cambio de look de mi mejor amiga. La antes rubia decidió pintar su cabello de castaño, le queda hermoso, pero no me lo esperaba.

—¿Qué tal está?—pregunta, emocionada.

—¡Te ves genial, me encanta!—comento con sinceridad.

—Lo sé—sonríe, divertida—. Hace tiempo estaba pensando en hacerlo, pero no me atrevía.

—Es mejor arriesgarse—le guiño un ojo y nos adentramos al salón de artes.

El profesor tarda en llegar, así que tomo mi celular y dedico ese tiempo a revisar mis redes. Notificación de Facebook. Doy clic y mis ojos se expanden cuando veo de que se trata.

Tu amiga Serena está de cumpleaños ¡Enviale un saludo!

Escaneo todo el lugar en busca de Serena, no puede ser que haya olvidado su cumpleaños ¡Me acordé toda la semana! Muerdo mi labio inferior y sigo buscando a mi amiga, pero no la veo por ningún lugar. Me encuentro con los curiosos ojos de Cris, como preguntando ¿Qué pasó?  Le muestro mi celular, para decirle que mire el suyo.

Entro a nuestra conversación y tecleo.

Yo: ¿Has visto a Sere? ¡Es su cumpleaños, mujerr!

Veo la reacción de mi mejor amiga y es igual a la mía, solo que ella cubre su boca por la sorpresa. Responde de inmediato.

Sis💕: ¡Rayos, lo olvidé! Pero esta mañana no la vi llegar... ¿será que no viene?

Yo: Ni idea, tal vez Francisco sepa algo😰

Sis💕: Hablaremos con el en descanso. Ya llegó el profesor😈

—Ehh, que pena interrumpirla, señorita García—la cercana voz del profesor me hace despegar la vista de mi celular a la velocidad de la luz—. Tengo cinco minutos aquí y usted sigue con su celular afuera, me temo que tendrá que ir a detención. Tal vez ahí aprenda a prestar más atención—termina, cruzándose de brazos. Muerdo mi labio.

—Perdón, profesor, no volverá a pasar—intento disculparme para que no me saque y pierda toda la clase.

—Estoy seguro de eso, nos vemos en la próxima, señorita—señala la puerta y, soltando un bufido, me levanto recogiendo mis cosas.
Cris me dedica una mirada triste y le guiño un ojo, para que no se preocupe. Ella ama esta clase, no quiero se salga por mí.

Camino hasta el salón de detención y ahí me encuentro con Francisco sentado al final con la vista en la ventana y el profesor de Educación Física vigilando desde su asiento, lo ignoro y voy directo a donde mi amigo.

—Hey, tú—digo, sentándome a su lado y captando su atención.

—Ah, hola, Carrie—le miro ceñuda, por su triste expresión.

—¿Qué pasa, Fran?—cuestiono.

—Es Serena... me preocupa que no haya venido hoy—comenta, desganado—. Pensaba darle un detalle.

—¿No te ha dicho nada?

—No contesta cuando le llamo.—su respuesta hace que me preocupe más de lo que ya estaba.

—Yo podría ir a su casa, después de clases con Cris, para saber cómo está. Ustedes también pueden acompañarnos—digo, refiriéndome a mi novio, mi primo y él. Mi novio, todavía no me acostumbro.

—Suena bien, espero que no le haya pasado nada—remueve su cabello, nervioso.

—Tranquilo, todo está bien—supongo, para tranquilizarnos a ambos. Al menos eso espero.

(...)

—Ustedes esperen aquí, nosotras llamaremos primero y veremos qué pasa—dice Cris a los chicos, estos asienten y se quedan en el auto de mi novio. Doy un beso en la mejilla de Dam, este sonríe. 

—Te quiero—dice y me deja ir a la entrada de la casa con Cris.

—Estoy muy preocupada—digo, mientras nos acercamos a la casa.

—Tranquila, vamos—mi mejor amiga timbra y yo solo puedo mover mis manos, nerviosa.

Serena no es de aislarse por qué sí, ella siempre tiene razones para todo y el hecho de qué hoy no haya aparecido preocupa, y  mucho.

—Hola, chicas—la mamá de nuestra amiga saluda, sonriente.

—¡Hola, señora! ¿Está Serena?—pregunta Cris yendo al grano.

—Oh, claro que sí. Pasen—nos da paso y nos adentramos a la casa—. Es subiendo la segunda habitación a la derecha—indica, amable.

—Muchas gracias—respondo y ambas sonreímos.

Hemos venido a casa de Sere, pero solo a buscarla, no habíamos pasado antes. Es grande y linda, pero da la impresión de ser una casa triste.

Llegamos a la habitación de nuestra amiga y Cris toca la puerta.

—¡No estoy de humor, mamá, lo sabes!—la voz de Sere suena entrecortada desde el otro lado.

—¡No somos tu madre!—respondo, alegre por saber que está bien.

La puerta se abre, dejando ver a una Serena llorosa y desarreglada.

—Lo siento, chicas. No estoy de humor—dice, para luego volver a cerrar la puerta frente a nosotras.

—¡Hey, no hagas esto, Sere! ¿Qué pasa? Cuentas con nosotras...—digo a la puerta y Cris asiente, dándome la razón.

—Lo sé, pero ahora no quiero hablar—susurra y no puedo evitar sentirme mal por mi amiga.

—No interesa, estamos para ti—dice Cris y seguido de eso, abre la puerta de un tiros y nos adentramos a su habitación.

Vemos a nuestra amiga sentada en el piso, al lado de la puerta. Nos acercamos y la abrazamos, ella solloza unos minutos y luego se separa de nosotras.

—Yo... detesto mi cumpleaños—confiesa y rompe a llorar nuevamente.

¿Qué está pasando con Serena ó qué estuvo pasando todo este tiempo? Me duele verla así. 

Nota de autora:

😱😱😱 Pobre Sere, ¡me cae tan bien!

Espero que les guste 💕

Besos, May💜📖

Simplemente Carrie.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora