46. ¿ Podemos hablar?

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—¡Es increíble! Estoy muy orgullosa de ti, hija

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—¡Es increíble! Estoy muy orgullosa de ti, hija. Eres grandiosa—sonrío y abrazo a mi madre.

—Todo es gracias a Dam—cuento, entusiasmada.

—Claro que no, señora A. Su hija tiene un gran talento, yo solo quise impulsarla a triunfar—corrige mi novio y le guiño un ojo.

—Pues, hiciste un gran trabajo, chico. Te lo agradecemos—papá le estrecha su mano y sonrío enternecida.

—¡Vamos a cenar afuera para celebrar!—exclama mi mamá, ansiosa.

—¿Vienes con nosotros?—pregunta mi papá a Damian.

—Claro que si, señor Greg—responde animado.

—¿Cris y Paul pueden acompañarnos también?—pregunto, interviniendo.

—Por supuesto, cariño—papá acaricia mi cabello y sonrío.

—Gracias, papá—lo abrazo.

—Bueno, ahora debemos ir al trabajo. Cuidense y no —dice mamá, despidiéndose con un beso. 

—¡Nos vemos en la noche!—exclama papá, para luego cerrar la puerta e irse con mamá.

—Bueno, ¿qué hacemos?—pregunto a mi novio lanzándome en el sillón.

—¿Piscina?—pregunta, lanzándose a mi lado.

—Suena bien, con algo de música y comida la pasaremos genial—comento, segura.

—Pensando en comida siempre ¿no?—pregunta, divertido.

—Sabes que es inevitable—respondo, burlona.

—Ven aquí—extiende sus brazos y me estrecha entre los mismos.

—¿Hueles a vainilla?—pregunto, alzando una ceja, divertida. Dam rueda los ojos.

—Cris me roció de su perfume cuando iba saliendo de la casa—cuenta, negando con la cabeza. Rio.

—Mejor vamos a cambiarnos para nadar—opino, levantadome.

(...)

—¿Qué tal este vestido?—desfilo para Dam, quien me observa desde la piscina. Estoy viendo qué usar esta noche, mientras él espera ansioso a que me decida y lo acompañe en el agua.

Todo sucede muy rápido, escucho una voz, que no es la de mi novio, gritar—¡Horrendo!—y luego soy empujada al agua. Salgo tratando de respirar, exaltada.

—¡¿Qué rayos?!—exclamo, viendo a mi mejor amiga quien me regala su mejor sonrisa.

—Hola, belleza—me guiña un ojo y yo solo la miro cansada. Trato de que mi vestido no se levante con el agua y veo a mi novio tratando de acercarse a mí.

—Se ve bien—comenta, divertido—..., solo algo húmedo—ríe y yo ruedo los ojos, apartando los cabellos que se pegan a mi rostro.

—No me da risa, bobos—digo, intentando no reírme.

—Tengo que admitir que no es de mis favoritos, así que no es una gran pérdida—comenta Cris, refiriéndose a mi vestido.

—Hola, guapu...—mi primo quien venía hacia nosotros se detiene echándose a reír—, me encanta tu atuendo para nadar, primita—se burla, llegado a la orilla de la piscina junto a su novia.

—Bueno, ya... Admitan que igual me veo fantástica—bromeo, echando mi cabello a un lado, como una diva.

—Claro claro—me sigue mi mejor amiga, guiñando un ojo.

—Me dijeron que cenaríamos afuera, ¿qué celebramos?—pregunta mi primo, distraído.

—La próxima publicación del libro de esta hermosura—responde Dam, abrazándome bajo el agua. Sonrío.

Pasamos lo que queda de tarde hablando, riendo, comiendo y hasta bailando. Nos retamos en una guerra de baile entre parejas y fue realmente divertido, Paul y Cris se llevaron el premio por los extravagantes movimientos de mi primo; se ganaron un paquete de galletas ¡De mis favoritas!

En fin, luego nos fuimos a cambiar para la cena con mis padres, tuve que prestarle algo a Cris porque le dio flojera ir a su casa, y Dam pues, él le pidió una camisa a Paul.

(...)

—¡Esto está delicioso!—exclama mi primo, devorando su comida. 
—¿A qué universidad piensan ingresar, chicos?—pregunta mamá, dándole una sonrisa a Paul  por lo entusiasmado que se ve con su comida, es muy gracioso. Pero el ambiente se torna tenso y un silencio sepulcral se planta entre nosotros.

Universidad. Una larga palabra que hemos evadido, no nos gusta tocar ese tema, no nos gusta la idea de ir por caminos distintos.

—Eh..., yo todavía no lo tengo claro—comenta mi mejor amiga, mordiendo su labio inferior. Miente.

Sé que todos tenemos una universidad en mente, que todos tenemos un futuro planeado, que todos tenemos sueños distintos; pero ninguno ha querido decirlo en voz alta, ninguno a querido consolidar la idea de no vernos todos los días.

—Yo quiero estudiar Ingeniería—suelta Dam, nervioso.

—¡Wow, eso es genial!—comenta mamá, entusiasmada.

Papá parece notar la tensión del ambiente y comienza a contar anécdotas de cuando él estuvo en la universidad, fue una manera realmente graciosa de salir del tema, muy propia de él.

La cena pasa tranquila y con comentarios sobre mi libro y la editorial. Sinceramente me emociona mucho la idea de ver mi libro en físico, de ver a la gente con él en sus manos sintiendo lo que yo a través de él. Es un sueño y no puedo creerlo aún. Al contactarme con la editorial me dijeron que esta época estarían de vacaciones y volverían prontamente el año próximo, desde entonces comenzarían a trabajar con Solo por ti.

Sin embargo, no puedo evitar pensar en mis amigos y en mi novio, hemos sido nosotros cuatro desde siempre y separarnos no será fácil, de corazón espero podamos ir a la misma universidad o al menos dos en una y dos en otra. Pero bueno, lo único que puedo hacer es dejarlo en manos de Dios.

Llegamos a casa y mis padres dejan que mi novio y mi mejor amiga se queden en casa.

—¡Tomo el baño!—grita Cris, subiendo las escaleras con rapidez. Rio y la sigo, algo cansada.

Escucho a Dam y Paul subir detrás de mí, pero no me giro, solo sigo mi camino hasta el final de la escalera para llegar a mi habitación y poder ponerme mi piyama.

Una mano detiene mi camino y me giro lentamente.

—¿Podemos hablar un rato, rulitos?—la pregunta de Dam me toma por sorpresa, sin embargo asiento.

—Claro, moco—sonrío cansada—. Iré a cambiarme, porque ya comienza a molestarme lo ajustado que es este vestido—comento, guiñando un ojo.

—Vale, te espero afuera—se acerca y une sus labios a los míos, sonrío en medio del beso.

Voy a mi habitación y tardo lo que más puedo cambiándome, porque creo tener alguna idea de lo que él quiere hablarme.

Simplemente Carrie.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora