Creo que si la gente tuviera que definirme en una palabra esa podría ser: Rara, o tal vez loca, o explosiva también.
Pero yo diría que soy: Carrie. Sí, así, simplemente Carrie. Solo soy yo.
Y si quieres saber más sobre mi singular vida, te invito...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Al salir de ahí, me sentí feliz, me sentí en paz y olvidé todo lo que la noche anterior no me había dejado dormir. Eso hace Dios en mí. Me da felicidad, paz y confianza.
—¿Quieres acompañarnos?—pregunta Paul, haciendo que vuelva de mis pensamientos.
—¿Adonde?—inquiero, distraída.
—Al Central Park. Va a ir un gran grupo, entre ellos Damian, Cris y yo—informa y asiento. Suena genial.
—Claro, ¿cuando es?
—Eh...por la tarde, creo—responde distraído, mirando su celular mientras caminamos rumbo a casa. Asiento, aun sabiendo que él no está viéndome.
El camino a casa pasa rápido, así que pronto llegamos y Paul se queda en la entrada hablando con papá mientras yo, luego de saludarlo, subo a mi habitación.
Me dejo caer en mi cama, con mis pies me deshago de mis zapatos, quedando medias. Tomo mi celular de la mesita de noche, donde lo dejé está mañana cuando salí, reviso mis redes y respondo algunos comentarios de Wattpad. Últimamente no he podido actualizar mucho por falta de tiempo, pero sigo escribiendo en mis cuadernos cada vez que la inspiración llega.
Cuando estoy por responder un comentario, la pantalla de mi celular tarda en reaccionar y éste comienza a vibrar, pronto aparece la imagen de Damian comiendo pizza. Contesto.
—Hola, hermosa estadounidense de mi corazón—su voz burlona causa una curva mínima en mis labios.
—Soy mitad venezolana, tonto—corrijo, riendo.
—Ay, en estos tiempos ya no se puede ser cariñoso, porque cuestionan hasta lo más mínimo—lloriquea y ruedo los ojos, con gracia.
—¿Qué necesitas, Dam?—pregunto, luego de reírme un rato de él.
—Tu cariño, carretera. No te pido nada más—continua con su broma y resoplo.
—Estaba respondiendo divertidos comentarios de mis lectores, moco. Así que, habla o te corto—advierto y le escucho hacer raros sonidos con sus labios, como sollozos.
—La tecnología ahora solo hace distancia entre nosotros. Eres puro Wattpad y cero Damian. Realmente creo que esto no puede seguir así—dramatiza.
—Hasta pronto, moco—corto la llamada y me echo a reír.
No pasan ni cinco segundos cuando la cara de Damian vuelve a tomar la pantalla de mi celular. —Qué—contesto, fingiendo fastidio.
—¡Ay, qué humor! Sólo quería saber si irías con nosotros al parque hoy—suelto una risita por su seriedad.
—Es broma, Dam. Sí, Paul me dijo ya.
—De acuerdo, hasta entonces, carretera. Muagh—lo escucho lanzar un beso y sonrío.
—Hasta entonces, moco—corto la llamada y la pantalla de mi celular se oscurece, dejando ver mi reflejo en ella. Esa tonta sonrisa está ahí de nuevo.