Simplemente Carrie.

31. Medialuna.

Escuchar una  historia como la 
de Serena fue totalmente triste y desgarrador. Me sorprende el hecho de que una persona pueda guardar tanto y aún así, seguir siendo buena, seguir siendo amable, seguir brillando. Siempre tuve un buen concepto de Serena, pero ahora que la conozco más, es aún mejor. Serena es una chica fantástica, que no merece sufrir más nunca.

Al separarse de nosotras, Serena nos invitó a un lugar más privado que ella utiliza para reflexionar consigo misma, o eso dijo, nos invitó al ático de su casa, donde tenía todo amoblado a la perfección, para alejarse del mundo. Y entonces comenzó a contar su historia...

Era niña, risueña y radiante como la conocimos en la niñez, solía ser muy feliz. Pero un monstruo quiso dañar eso, era un pervertido sexual, pero también el esposo de su madre, el cual estaba con ella desde que su padre fue asesinado por andar en malos caminos. El padre de Serena murió el mismo día de su cumpleaños y eso fue agregando cierto dolor a la fecha, luego estaba el otro hombre, al que le gustaba tocarla y jugar con ella a sus cosas sucias, y eso fue dañándola más y más. Cada cumpleaños es una tortura para ella, porque le recuerda cada pequeño pedazo de su pasado.

Cabe aclarar que un día ella habló, no calló más y contó la verdad sobre aquel hombre que la irrespetaba, su madre se encargó de echarlo de la casa en ese preciso momento y al día siguiente le puso una denuncia, él fue preso, sin embargo lo dejaron salir una fecha como la de hoy, en el cumpleaños de Serena. Pero no pudo acercarse más, porque le habían puesto una orden de alejamiento y nunca más podrá hacerlo.

Pero ahora estamos Cris y yo, agarrándola en nuestros brazos y prometiéndole un mejor futuro que, tal vez nosotras no podamos asegurar, pero una vida con Dios sí. Serena está más calmada y ha aceptado salir de su habitación, para dejar su pasado atrás y comenzar con la cara en alto superando cada una de las cosas vividas.

—Realmente les agradezco, chicas. Son las mejores amigas que he conocido—sonríe, melancólica y nosotras le devolvemos el gesto.

—Eso es obvio—dice Cris, rodando los ojos, divertida, para aligerar el ambiente.

Mi celular suena y es una llamada de Damian. Les indico a las chicas que voy a contestar y ellas asienten, tranquilas.

—Hola, rulitos. Estas en altavoz.

—¡Hola, Dam! También estas en altavoz—comento, poniendo el celular para que todas escuchemos.

—Bueno, yo quiero saber si van a salir de ahí algún día—reconozco la voz de mi primo y su novia a mi lado, rueda los ojos.

—No, nos quedaremos hasta que Cristo venga—responde Cris, divertida. Reímos y escuchamos las risas del otro lado.

—¿Serena está ahí?—pregunta Fran y veo a mi amiga ruborizarse.

—Hola, Fran—saluda, tímida.

—¿Vienes con nosotros?—pregunta, con clara emoción y preocupación en su voz.

—Sí, ya vamos—respondo yo, al ver la indecisión de mi amiga. Yo haré que vaya.

—Bueno, aquí esperamos—escucho decir a mi novio y sonrío antes de colgar.

—¿Qué pasa, Sere?—pregunto al verla morder su labio con indecisión.

—No lo sé...es Fran—responde luego de un rato.

—¿Qué pasa con él?—pregunta Cris.

—Nada, él es grandioso. Se preocupa tanto por mí y me quiere tanto que..., hasta yo empiezo a quererlo—susurra lo ultimo y le miro con los ojos abiertos de impresión.

—¿Y qué tiene de malo?—pregunto, sin creerlo.

—Qué no quiero hacerle daño. Yo no sirvo para tener una relación con alguien, siempre tengo problemas conmigo misma, mi autoestima no ayuda y desconfio demasiado de la gente. No creo que funcione algo así—confiesa, cabizbaja.

—Serena, Francisco es un gran chico y te quiere demasiado cómo para intentarlo contigo mil veces, y tú eres una maravillosa chica que si pone de su parte por mejorar sus debilidades, siempre logrará lo que quiere. Entonces ¿por qué ambos no dan todo de sí por intentarlo?—termino, encogiendome de hombros.

—Tienes razón, Carrie... lo pensaré, vamos—dice y salimos del ático.

De vuelta a la habitación de Serena, la dejamos sola para que se prepare y bajamos con los chicos.

—Hola, preciosa—me saluda Dam en cuanto me ve llegar.

—Hola, moco—saludo, sonriente, para luego plantar un corto beso en sus labios.

—¿Y Sere donde está?—pregunta Fran al ver que no viene con nosotras.

—Se está arreglando, calma—responde Cris, sonriente.

Luego de un rato de espera, me planteo la idea de que tal vez Serena cambió de opinión y se quedó en casa, pero no, ella no haría eso. Así que, cuando estoy por llamarla, la veo saliendo de su casa.

Los chicos querían felicitarla, pero con Cris les dijimos que era mejor no hacerlo hasta que ella hubiese pasado un gran día y haya olvidado por un rato su tormentoso pasado. 

Los chicos saludan a Sere normalmente y sonrío al escuchar a Francisco decirle que se ve hermosa. Me encantaría que ambos andaran.

—Bueno, nosotros nos vamos con Cris y Paul—dice Fran, refiriéndose a él y Serena.

—De acuerdo—dice mi primo, encogiéndose de hombros.

Dam y yo subimos a su auto, y cuando estamos totalmente solos me dedico a mirarle tranquilamente conducir hacia nuestro destino. Iremos a jugar bolos, a comer y terminaremos en el cine viendo una  película que Serena nos comentó que ansía ver, aunque ella no sabe nada de esto y cree que ya lo olvidamos.

—¿En qué piensas?—pregunta Dam, mirándome en la pausa del semáforo. Sonrío.

—En que tengo suerte de tenerte—respondo y lo veo sonreír de perfil, mientras pone el auto en marcha.

—Pues no sabes lo afortunado que me siento al tenerte conmigo ahora mismo—comenta con una sonrisa imborrable—. Quiero que escuches esta canción.

Y entonces comienza a sonar la hermosa melodía de Medialuna la cual es una canción propia de Camilo Echeverry un cantante colombiano al cual admiro mucho. Sonrío y no puedo evitar sentir mil cosas hermosas dentro de mí.

—Y llegaste mi medialuna
Tú llegaste
No estaba oscuro pero alumbraste
No estaba vacio pero me llenaste
No estaba herido pero me curaste
Me miraste, ve y me mataste
Volví a la vida cuando me besaste—escuchar a mi novio cantar esta hermosa canción hace que mi corazón se sienta al borde de tanto amor. Él es  maravilloso, y no me cansaré de decirlo.

Al terminar la canción veo que llegamos a los bolos, nuestro destino.

—Te la dedico, cielo—sonríe y no puedo evitar lanzarme a sus labios.

—Me encantas—confieso con ojos brillosos, luego de besarlo.

Nota de autora:

Wow, realmente tuve muchos sentimientos encontrados en este cap.😖😭😱😍💜 fue algo así.

Espero que les haya gustado.💕

El vídeo de Medialuna está en multimedia, es una canción maravillosa. 😻

Sin más que decir, me despido.

Besos, May💜📖