32. ¿Mal presentimiento?

27 3 2
                                    

—Gracias, chicos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Gracias, chicos. Por el mejor cumpleaños de la historia, por ser tan buenos conmigo y tenerme tanta paciencia—las palabras de Sere hacen que todos sonriamos y nos acerquemos a abrazarla en grupo.

—Obvio, somos fabulosos. Pero yo más, así que no se emocionen—comenta Paul en medio del abrazo, haciendo que riamos.

Nos despedimos y nos disponemos a subir a los autos, para regresar a casa, para regresar a nuestras vidas llenas de estudio y tareas para mañana, el ultimo viernes de Noviembre, el ultimo día de exámenes finales, el ultimo día de clases antes de salir a vacaciones de Navidad. 

(...)

Con mis ojos cerrados, me dispongo a hablar con Dios, agradecerle por mi vida, su profundo amor, mi hermosa familia, mis buenos amigos y todas las bendiciones que me regala día tras día.

Lo que mas me encanta de Dios es su manera de amar, siempre está presente para darte su apoyo, para acompañarte en los días más tristes y sobretodo para ayudarte a tener una vida más feliz y pura.

Termino de hablar con Dios y me pongo mi piyama para ir a dormir. Estoy ansiosa por mañana, porque ya quiero descansar, pero a su vez tengo miedo de cómo me pueda ir en las pruebas que presente. Decido no atormentarme y acostarme a dormir sin preocupaciones.

Al despertar siento una vibra distinta, como si algo realmente diferente fuese a suceder hoy, ¿tal vez un mal presentimiento? Espero que no. Entro a la ducha y mientras siento el agua despertarme, planeo mi día y organizo mi horario en la cabeza. Los viernes no suelo pasar mucho tiempo con Dam, porque voy a mis lecturas al salir del instituto y de ahí sigo trabajando hasta las seis y luego llego a la casa a hacer tareas para poder dedicar todo mi fin de semana a mi familia, amigos y a él. Pero hoy será diferente, porque no tendré más tareas que hacer y los niños no se reunirán hoy porque también salen de vacaciones y sus papas suelen llevarlos de viaje; así que solo tendría que ir a trabajar unas horas y luego estaría todo el tiempo con él, y es genial, porque ya lo extraño, aunque suene raro porque lo vi anoche ¡hasta a mí me sorprende!

Supongo que eso pasa cuando te enamoras, piensas en esa persona a cada instante y sólo necesitas estar a su lado un par de minutos, para que tu día se arregle por completo.

—¡Ultimo día de clases! ¡Uuuultimo diiiiía!— salgo de bañarme y escucho la voz de mi padre gritando por el otro lado de la puerta de mi habitación, rio. Él suele emocionarse más que yo por las vacaciones.

—Hola...—lo saludo silenciosa, abriendo la puerta y encontrándome con mi padre y una gran sonrisa acompañándole—Dime, pa ¿por qué no eres un poco más normal?—pregunto bromeando, divertida. La sonrisa de papá se borra y entonces sonrío y lo abrazo—. Mentira, pa. Eres el mejor de todos, no podría desear cambiar algo en ti—digo, aferrada a su pecho. Amo demasiado a mi padre. Lo escucho reír.

—Sabía que bromeabas, cariño—besa mi frente—. Ahora ve y termina de alistarte para este gran día—da una palmada a mi espalda y sonrío para regresar a mi habitación y cerrar la puerta.

Pongo música aleatoria en mi celular y comienzo a vestirme con ropa totalmente distinta a la de ayer. Hoy decido usar un vestido casual que me llega unos centímetros antes de la rodilla, color lila.  Vuelvo a alzar mi cabello en una coleta y me fijo en algunos detalles de mi ropa en el espejo, noto que me faltan los zapatos y termino tomando rápidamente unos tenis, porque ya se me hizo tarde otra vez.

(...)

—¿Cómo te fue en el examen de Historia?—pregunta Dam, interesado, en cuanto nos encontramos en la cafetería.

Muerdo mi labio—Espero que bien, se me hizo muy sencillo para ser real—bromeo y él ríe, pasando un brazo sobre mis hombros.

—Sé que te fue genial, ya verás que sí—besa mi cabello y sonrío.

—¿Qué haremos hoy?—pregunto tomando mi almuerzo y volteando para dirigirnos a alguna mesa.

—Lo que tú quieras, rulitos—responde, llegando a mi lado con su comida—. Podemos lanzarnos de un paracaídas o simplemente acostarnos a descansar en el patio de tu casa, ambas suenan bien...

—Si estoy contigo—termino la frase y sonrío, él suele decir eso siempre y ya lo hemos tomado como una broma interna, es tierno. Dam sonríe.

—Así es—besa rápidamente mis labios, para luego sentarse en la mesa donde se encuentran nuestros amigos. Yo quedo ahí, parada sonriendo como una tonta, preguntándome por qué es tan lindo. 

Salgo de ensimismamiento y me encuentro con mis amigos viéndome divertidos, ruedo los ojos y me siento junto a ellos.

Las clases pasan y sin darme cuenta, la tarde también, me encuentro saliendo de mi trabajo, lista para encontrarme con Dam. No lo veo por ningún lado, y se me hace muy extraño, por que siempre llega antes para no hacerme esperar, aunque no es algo que me moleste si viene de él, porque él siempre me espera. 

Saco mi celular y le llamo. Uno, dos, tres, cuatro y los tonos siguen sin respuesta alguna. Mi novio no contesta ninguno de mis llamados y esto empieza a preocuparme. Llamo a Cris.

¡Hola, chiqui!—su voz alegre me tranquiliza un poco, si algo malo le hubiese pasado a Dam, ella no estaría así.

—Hola, Cris..., me preguntaba si sabes algo sobre Dam, no lo veo por ningún lado—cuento, mordiendo mi labio.

Eh...no, no tengo ni idea, espera un momento. ¿Paul, sabes algo de mi retrasado hermano?—escucho la respuesta en murmullos de mi primo, frunzo el ceño.

—¿Y?—insisto, nerviosa.

No sabe, pero llama si te enteras de algo—ordena y asiento con un sonido.

En cuanto termino la llamada, llega un mensaje de Whatsapp a mi celular, lo abro de inmediato. Es un numero desconocido que envió una foto, en cuanto esta carga, siento mis manos temblar y mi corazón parece ser golpeado fuertemente. Comienzo a sollozar.

 Nota de autora:

¡¿Qué rayos pasó?! 😖

Espero les guste❤

Besos, May💜📖

Simplemente Carrie.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora