Simplemente Carrie.

23. Una cita al aire libre.

Al terminar de hablar con Carrie, voy  donde mi padre a su oficina.

—Hola, papá—saludo desde el marco de la puerta.

—¿Cómo estás, hijo?—pregunta levantando un poco la vista de su computador para mirarme.

—Bien, ya sabes, algo aburrido—respondo, mientras me acerco y me siento en una silla frente a él. Mi padre deja el
computador a un lado, entendiendo que quiero hablarle, y clava su vista en mí.

—¿Y entonces, que quieres hacer?—pregunta, gustoso.

—Invité a Carrie a cenar, así que me gustaría que me ayudaras a planearlo todo—cuento, entre tímido y animado. Papá me mira con asombro.

—Oh, me encanta Carrie. Claro que sí, ¿qué tienes en mente?

—Una cita al aire libre. Ya sabes, en el patio, con pequeñas luces colgando. Algo así muy de película—alzo las cejas, divertido.

—Buena idea, excelente. Sólo que necesitamos más personal. Yo llamaré a Tiana, tú llama a Cris y nos vemos en la sala—ordena y asiento.

Me levanto para ir en busca de Cris, paso por el sótano pero no la encuentro, así que decido ir a su habitación. 

—Hola, linda hermana de otra madre—saludo, abriendo la puerta de par en par, luego de haber tocado.

—Hola, bicho feo—saluda con la vista clavada en su celular.

—Tan halagadora como siempre—ironizo y ella ríe. Deja su celular a un lado y me mira.

—¿Qué quieres, Damian?

—Reunión familiar, hermana.

—¿Para qué o qué?

—Tú sólo baja, Cris.

—Bueno, vamos—se levanta y sale junto conmigo.

Bajamos y nuestros padres ya se encuentran sentados, así que Cris se sienta y yo quedo de pie.

—Bueno, queridos miembros de esta familia, han sido convocados a esta hermosa y grata reunión para informarles algo de suma importancia para...—Cris me interrumpe.

—Habla ya, tonto, sin rodeos—dice, riendo.

—El día de hoy tenemos una misión llamada: Una cita al aire libre—digo y escucho a las mujeres decir algo como: uyy. Así que ruedo los ojos y sigo—. Invité a Carrie esta noche y ustedes me ayudaran a lograr todo esto.

—De acuerdo, repartamos los papeles—interviene mamá Tiana—. Yo cocino junto con Josh y ustedes se encargan de hacer del patio algo hermoso y acogedor.

—Oh, eso sé como hacerlo—dice Cris, alzando sus cejas, pensativa.
—Bueno, empecemos, equipo—ordena mi padre y rápidamente nos ponemos en marcha.

Cris y yo nos vamos al patio, y le cuento a mi hermana la idea que tengo en mi cabeza.

—Perfecto, podemos encontrar todo eso en la cochera. Yo voy por las luces en las cajas de navidad y tú buscas la mesa y las sillas, ¿ok?—asiento a su orden y me voy en busca de la mesa y las sillas.

Ponemos todo, mesa, sillas, mantel, luces y hasta una flores de papel que Cris consiguió en su habitación, musica a un volumen normal y la mesa puesta. El patio quedó hermoso, sé que le gustará.

—Bueno, creo que no falta nada—comento, mirando todo a nuestro al rededor.

—¡Flores! No tienes flores, vamos a comprar unas. Yo sé cuales le gustan a ella—comenta Cris y salimos en mi auto a comprar las flores.

(...)

Regresamos a casa con un tierno ramo de girasoles que puse cerca de la entrada para tomarlas cuando vaya por ella.

—Ya está todo listo, terminamos con la comida—comenta papá cuando me ve entrar a la cocina.

—Genial, porque ya voy a ir por Carrie. Me bañaré primero—cuento y mamá Tiana asiente.

—Sí, porque ya te iba a decir yo que estas muy sudado—comenta, burlona. Rio y les agradezco su ayuda, para luego subir a mi habitación.

Me baño, me visto y peino un poco mi cabello. Perfecto. Salgo de mi casa tomando el ramo y subo a mi auto, no sin antes avisarle a Carrie que ya voy por ella.

Al llegar a su casa, bajo del auto tomando el ramo y mi celular.

Yo: Estoy afuera, carretera.

Me recuesto sobre mi auto y mantengo el ramo detrás de mí, mientras la espero, siento los nervios invadir todo mi ser, así que comienzo a dar pequeños toques al carro con mis dedos, para distraerme.

La veo salir, sonriente y hermosa, mientras se va acercando. Lleva un vestido rosa muy claro, su cabello está medio recogido en un moño, su rostro lleva un maquillaje sencillo y sus pies calzan unos tenis clásicos, dignos de ella.

—Hola, moco—saluda, sonriente, una vez está frente a mí. Beso su mejilla y se ruboriza.

—Esto es para ti, carretera—le tiendo el ramo, que antes estaba oculto detrás de mí, y sus ojos se extienden, sorprendidos. Lo toma en sus manos y se permite apreciarlo, sin decir palabra.

—Wow, Dam—dice después de un rato—, es realmente hermoso. Gracias—me abraza y no tardo en responderle.

—Bueno, mejor subamos que la cena se enfriará—bromeo y la llevo hasta la puerta del copiloto, abriéndola para ella.

Carrie rie y niega con la cabeza, divertida por mi gesto— Tonto—rueda los ojos y entra, haciéndome reír.

—¿Lista para la mejor noche de tu vida?—pregunto, ya dentro del auto.

—Nah, no tengo mucha fe, pero bueeno—responde, desinteresada.

Mis ánimos se bajan y comienzo a conducir, sin voltear a verle. Luego la escucho reírse y pone su mano sobre la mía.

—Es mentira, moco. ¡Claro que lo estoy!—entrelaza sus dedos a los míos.

Sonrío y subo nuestras manos hasta mi boca, depositando pequeños besos en sus nudillos.

Al llegar a casa, encuentro todo muy arreglado y fresco. No veo ni a mis padres ni a Cris por ningún lado, así que asumo que están en sus habitaciones para darnos más espacio.

—Puedes pasar por aquí—dirijo a Carrie, con un tono entre divertido y serio, hasta la puerta corrediza que da al patio. Las persianas no dejan ver hacia el otro lado, por lo que ella no ha visto nada aún—. Ahora tienes que confiar en mí.

Ella ríe— Con los ojos cerrados—responde, sonriente.

—Perfecto, porque debo cubrir tus ojos.

—Vale—acepta, nerviosa.

Llevo una de mis manos a sus ojos y con la otra abro la puerta, lentamente retiro mi mano y dejo a su vista todo el lugar.

—Wow... no puedo creerlo—susurra, impresionada y con ojos plenamente maravillados.

Nota de autora: 

¿Alguien, al igual que yo, sueña con un chico como Damian? Me encanta😅

Espero que les guste💞

Besos, May💜📖