Ed llegó a reunirse con ellos en la casa. Después de que se llevaron a su pequeña, la primera acción de Louis, solo después de maldecir unas cuantas veces a los policías y a loshombres mientras se marchaban, fue llamar a Ed, quien dejó a la mitad una grabación de publicidad que estaba haciendo.
Cuando Ed entró en la habitación le desconcertaron varias cosas, la primera fue que Louis estaba hablando con alguien por teléfono mientras Harry permanecía junto a la ventana con la mirada perdida, no había dicho ni una sola palabra y ni siquiera volteó a mirarlo cuando los saludó. La segunda fue el desorden que había, cosas tiradas, papeles por todo el piso, parecía que un huracán había pasado por allí y a nadie le importaba, él mismo tuvo que levantar del piso la orden judicial para poder leerla. Y la tercera fue la joven que estaba sentada en el sillón. Totalmente fuera de lugar, estaba serena y le sonrió dulcemente, desencajaba por completo con lo acontecido.
Se acercó a la ventana y tocó con su mano el hombro de Harry.
-Vamos a traerla de regreso –le dijo con un hilo de voz. Ni siquiera él estaba seguro de poder hacerlo – A cualquier precio.
Ed y Louis se sentaron junto a Cherry después de una breve presentación y se pusieron a analizar la situación.
-¿Cómo fue que descubriste que vendrían por ella? –le preguntó a Ed después de reflexionar un poco.
- Fue casi un accidente, encontré un archivo cuando intentaba buscar otro. Cuando la nueva supervisora llegó modificó los procedimientos y todavía no me acostumbro. Lo que llamó mi atención es que para proceder a las órdenes judiciales las familias primero tienen que pasar una serie de investigaciones que yo misma debo supervisar y en este caso no lo hice.
– No te ofendas pero no te conocemos ¿Cómo podemos estar seguros de que estás de nuestro lado, que esto no es otra trampa? -Preguntó Ed con desconfianza.
- Me temo que no pueden, yo no tengo más pruebas que mi palabra – respondió Cherry totalmente calmada.
Con la ayuda de Cherry, de sus claves personales de empleada y de su computadora pudieron comprobar que lo que les decía era cierto, existía el expediente, pero no había una previa averiguación ni ningún tipo de avance en el proceso. Tampoco estaba registrado ningún juez con ese nombre ni con ese número de licencia. Quien quiera que fuese que se la había llevado se había tomado muchas molestias por iniciar una querella legal y luego congelarla, tal vez esperando que no se dieran cuenta tan pronto. Pero si una cosa era segura, es que no había sido el Estado quien ordenó la retención de Ad. Y esto era todavía peor.
Cherry abrió en el sistema, la lista de casas-hogar a las que eran enviados los niños en custodia del Estado y la compararon con las direcciones que se incluían en el documento que les dejaron. Llamaron a todas y cada una de las casas-hogar para preguntar si Ad había sido llevada a alguna pero no tuvieron éxito, nadie sabía nada. La última dirección era la más extraña de todas, estaba en un barrio popular alejado y por internet solo pudieron averiguar que era una casona en desuso que alguna vez sirvió de hogar temporario, pero que fue embargada por problemas hipotecarios y ahora estaba abandonada. Tenían trece direcciones sin resultados y una dirección incorrecta.
Al final del día, completamente exhaustos se despidieron. Cherry se comprometió a ayudarlos en lo que pudiera, posiblemente hubiera algo más útil en la oficina que pasara por alto. Harry permaneció sentado en la terraza durante horas. Su búsqueda en internet solo había logrado inquietarlo más. Las preguntas se agolpaban en su cabeza buscando coherencia.
Cada recuerdo hermoso que poseía se había convertido en una memoria triste que añorar. Pasaron solo cuatro días desde el último atardecer que vio sentado junto a su hija, en este mismo lugar, todo era como ahora, el cielo se había teñido de magenta y poco a poco el sol se había escondido en el horizonte dando paso a la noche y una luna hermosa les ofreció claridad en aquella oscuridad casi repentina.
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Unbreakable
Fanfiction¿Te has preguntado alguna vez, qué sería de tu vida si hubieras tomado decisiones diferentes? Siete años después de perder a Adeline, inmersos en la vida que soñaron, Louis y Harry descubren que alguien trata de quitarles a su pequeña hija. Ahora d...