Unbreakable

La Premiere

Harry los despertó temprano a todos y les pidió que se arreglaran, como pista solo les dijo que debían verse bien, ya que se tomarían muchas fotos para el recuerdo. También les dijo que harían una escala no prevista, después del desayuno. Sus teléfonos sonaron varias veces, eran los números de la oficina, pero ninguno respondió. El día de hoy no estarían disponibles para nadie.

Estaban reunidos en la sala, todos listos, esperando a que Harry bajara, siempre era el que más tardaba en arreglarse. Cuando por fin lo hizo, vestía un horrible traje blanco con flores oscuras, que guardaba celosamente en su armario para ocasiones súper especiales. Adeline, que bajó de su mano, lucía un hermoso vestido rosado que parecía de princesa de cuento. Ella sabía todo lo que pasaría a continuación y estaba emocionada.

-¡Harry, no sé cuántas veces te sugerí quemar ese traje! - le dijo Niall.

-¡Cállate Niall! – Dijo Louis – Te ves muy guapo, al último grito de la moda, como siempre – y lo recibió en el último escalón para besarlo y cargar a su hija.

-¿Cuál es ese grito, auxilio? – Preguntó Niall riéndose – Ya en serio, tu verdadero enemigo no es Simon, si no el que te vende esa ropa - lo que provocó que Zayn le diera un zape para que se callara.

Trataron de contener la risa pero no pudieron, todos, hasta Harry, rieron por el chiste malo de Niall. Ya estaban acostumbrados a los trajes raros de Harry, lo aceptaban y lo amaban como era y no había nada que quisieran modificar de él. Louis en cambio, vestía su ropa de siempre. Unos jeans normales y una playera negra. Todos vestían  casuales, excepto Liam, que también llevaba un traje azul oscuro.

Estaban ansiosos porque les dijera lo que tenía planeado para el día de hoy.

-Arreglé que nos hicieran una Premiere de mi nueva película – anunció Harry entusiasmado - Será una función especial, no habrá alfombra roja ni cámaras. Entraremos al cine por una puerta trasera, a una sala en la que estaremos solo nosotros y nos pondrán la película antes que a nadie.

Todos lo miraron boquiabiertos. No era que no les gustara ir a los lanzamientos de sus películas, lo habían hecho muchas veces antes. Eran acontecimientos enormes, con entrevistas, televisados, rodeados de celebridades, en los que todos asistían (excepto Zayn) para apoyarlo. Lo que los sorprendía, era que fuera esto, tan común para ellos, en lo que usarían sus últimas horas de libertad.

-¡¿En serio?! - preguntó Niall desolado - Harry, esto es peor que cuando estábamos en Italia y nos comunicaste emocionado, que organizaste nuestras vacaciones a una playa mexicana y luego descubriste que se te olvidó reservar el vuelo y tuvimos que pasar 8 horas en un aeropuerto italiano, tratando de pedir a señas, donas en la cafetería. Lo peor de todo es que no tenían.

-Si tenían, pero te comiste las últimas 6 que quedaban – respondió Liam, iniciando una acalorada discusión acerca de la cantidad adecuada de donas que debe haber en cualquier establecimiento de café.

-¡Todos haremos lo que Harry quiera hacer y se acabó la discusión! – concluyó Louis, para que todos se callaran. No estaba dispuesto a pasar de nuevo por el debate de las donas.

Suspiraron resignados y subieron a la camioneta que solían usar cuando salían todos juntos.

-Olvidé mencionar – comenzó a explicar Harry ya que estaban todos arriba, listos para partir – que primero haremos una parada en la clínica en la que se encuentra Eric, lo visitaremos un momento y dejaremos una muestra de sangre para que la analicen.

-¿Van a sacarnos sangre? – Preguntó Niall en forma de queja - ¿Para qué?

-Vamos a ver si alguno de nosotros es compatible para hacer la donación de la médula ósea - respondió Harry tranquilamente.