Unbreakable

Sin rastro

Se disponían a salir, cuando el teléfono de Louis sonó.

-¿Qué quieres Simon? – Le preguntó Louis hoscamente – Nos vimos hace algunas horas, eres peor que un oficial de libertad condicional o una esposa neurótica.

-Solo quería informante que a partir de hoy, mis colaboradores empezarán a instalarse en la empresa. El personal que tenía en MM Management empezará a emigrar a ese edificio. El trámite de la sucesión de derechos ya está en proceso y firmaremos mañana mismo el documento legal que lo acredite, con abogados, notario y todo. Así que necesito que permanezcas en la oficina y cooperes con todo lo que te pidan mis empleados.

Louis le colgó después de hacer un ruido gutural, más parecido a un gruñido que a una respuesta. De inmediato el móvil comenzó a sonar de nuevo.

-¡Deja de llamarme, odio escuchar tu horrible voz! – gritó Louis con frustración.

-Siento molestarte, pero hay algo urgente que debo comunicarles – dijo Cherry a través de la bocina.

-Por favor discúlpame, diría que estoy teniendo un día terrible, pero sería más exacto decir que mi vida apesta. Te comunico con Ed.

Louis le pasó el teléfono a Ed, sin decir nada, se sentó en el sofá, para respirar, para calmarse, para recobrar el control. No quería sufrir otro ataque de ansiedad, y aunque no le había dado mucha importancia, no quería reconocer que empezaba a preocuparle la frecuencia con que los tenía.

-¿Quién habla? – preguntó Ed al teléfono sin saber qué esperar.

-Hola Ed – le dijo Cherry con timidez – Siento mucho ser portadora de malas noticias pero quería advertirlos. La demanda que interpusieron en su contra, está en marcha y la investigación pertinente se llevará a cabo.

-¿Qué podemos hacer? – Preguntó Ed mirando de reojo a Louis para no alterarlo más de lo que ya estaba – Se supone que hicimos todo lo que nos pidieron, precisamente para evitar esto.

-Tienen que calmarse, entregarse al pánico no ayudará en nada. Consigan asesoría legal adecuada y asegúrense de que sea verdadera, pueden probar con facilidad que uno de los chicos es el padre biológico de la niña.

-¿Pero qué pasará cuando nos pidan que brindemos los expedientes de su madre? No contamos con ninguna documentación de que existió, ni identificaciones, ni acta de nacimiento, ni pasaporte, ni registro laboral o estudiantil.

-Nadie pasa por el mundo sin dejar un rastro. Tiene que haber algo, lo que sea.

-¡El hospital! – dijo Ed de repente, sintiendo que la idea se le había presentado como una gran revelación – Ellos llevan registro de sus pacientes. Tienen que tener algo sobre su defunción.

-Es un buen comienzo. Consigan lo que sea, mientras tanto, yo me haré cargo de supervisar personalmente la investigación. Ya que tomaron la vía legal y están utilizando una institución gubernamental pública, no pueden evitar que yo revise todo el proceso. Llevaré un registro detallado y los informaré.

-Gracias Cherry, cuando todo esto termine, te deberemos un favor muy grande.

-Tal vez podrías pagármelo invitándome una taza de café.

-Claro... – dijo Ed nervioso – Debo irme.

Louis lo observaba desde el sillón, esperando otra mala noticia. Esta era su vida ahora, un devenir inevitable de malas noticias. Le explicó todo y juntos llamaron a un prestigioso y verdadero bufete de abogados para que llevaran su caso en seguida.