Ed y Niall se quedaron petrificados, en silencio, sin poder dar crédito de lo que acababan de ver. Habían arreglado todo, justo a tiempo, para que el mundo entero, fuera testigo de la muerte de Louis Tomlinson.
Harry, paralizado, pasó del cielo al infierno en un segundo. Sintió que sus entrañas gritaron, pero ni un solo sonido salió de su boca. Dejó caer el micrófono de su mano. Intentó mantener un punto de equilibrio bajo sus pies, mientras sentía que el mundo giraba a su alrededor, empezó a sentirse a la deriva y cayó de rodillas. Permaneció allí un instante, con la respiración entrecortada, casi ajeno al alboroto que lo rodeaba, escuchaba las voces muy lejanas. Poco a poco surgieron imágenes parpadeantes de estos últimos días, de esta misma mañana. Una realidad que él mismo había vivido unas horas antes, a la que deseaba tan desesperadamente volver. Los pensamientos le martillaban la cabeza tan fuerte como el corazón le aporreaba el pecho.
Hasta esa mañana, Harry había creído que ya había sentido el mayor dolor, que ya había sido testigo de los horrores más grandes de los que un hombre puede ser capaz, hasta que vio esa imagen. Y supo que el verdadero sufrimiento de su vida estaba por comenzar.
Todos los presentes estaban mudos del asombro, aunque hubo gritos ahogados y exaltación, el silencio predominó ante el horror de lo que veían. No lograban entender lo que estaba pasando.
Sin que nadie se percatara de ella, Adeline, se le había escapado a su tío Liam e iba a su mesa para decirle algo a su abuela. Se había detenido, en medio del salón, al darse cuenta de que su tío estaba en la tele y al escuchar la voz de su papá hablando con él. Al escuchar el disparo, enmudeció un instante que pareció eterno, luego, un grito proveniente desde lo más profundo de su interior surgió con violencia. El horror se había traducido en sonido, ya había salido. Gritó tan fuerte, tan agudo, que todos voltearon a verla, excepto Harry que permanecía temblando frente a la pantalla.
Adeline corrió lo más rápido que pudo en dirección opuesta de la que había venido. Anne estaba en shock, pero Gemma sí reaccionó, aunque con algo de retraso e intentó seguirla sin éxito, al dar vuelta en uno de los pasillos la había perdido.
Ed y Niall llegaron corriendo al escuchar el grito de Ad.
Ed se acercó a Harry para ayudarlo a sentarse y Niall interceptó a Liam, que llegaba corriendo también, desde la cocina. Estaba pálido como si hubiera visto a un fantasma.
-No encuentro a Adeline -empezó a explicar Liam - Te juro que la perdí de vista solo un segundo. La escuché gritar. Louis me va a matar...
Por la forma en que Niall lo miró, Liam supo que algo andaba realmente mal y su preocupación se transformó en pánico rápidamente.
-Tenemos que encontrarla - fue lo único que Niall le dijo.
Ed se arrodilló para que Harry lo viera a los ojos. El dolor que encontró en ellos era inenarrable. Temió que no pudieran recuperarse nunca de esto, pero no había tiempo, así que estacionó este pensamiento en un lugar recóndito y oscuro de su mente.
-Harry, escúchame. Tenemos que encontrar a Adeline y salir de aquí.
Harry asintió con debilidad. Algo, en lo más esencial de su persona estaba roto y ya no se sentía como él mismo. Sintió que le habían arrancado una parte vital de su ser. Y así, mutilado, hecho pedazos, tuvo que ponerse de pie e ir a buscarla.
Lo primero que hicieron fue dar instrucciones de cerrar el lugar, nadie entraría ni saldría hasta que apareciera Ad. Llamaron a la policía y movilizaron a todos los empleados del lugar. A los invitados se les pidió que permanecieran calmados y juntos en el salón.
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Unbreakable
Fanfiction¿Te has preguntado alguna vez, qué sería de tu vida si hubieras tomado decisiones diferentes? Siete años después de perder a Adeline, inmersos en la vida que soñaron, Louis y Harry descubren que alguien trata de quitarles a su pequeña hija. Ahora d...