Separados y Juntos

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Cuando Lauren fue a la cárcel para hablar con Simon, no le reclamó nada, ni le reprochó su cobardía, solo le agradeció por permitirles vivir una vida lejos de él. Sonaría raro, pero en el fondo, Lauren sabía que esos años en que estuvo ausente en sus vidas. fueron los mejores y más tranquilos que habían tenido. Y al presentarse de nuevo, solo les había traído caos. 

Su siguiente acción fue pedir el divorcio, ya que al no estar muerto, seguía casada con él. Antes de marcharse, le informó que su hijo viviría, gracias a Adeline, quien haría la donación que necesitaba.

Ese día fue la última vez que habló con ella. La vio algunas otras veces en la corte durante su juicio después, pero nada más.

Los chicos también lograron zafarse de la responsabilidad de asistir al juicio, al dar sus declaraciones a la policía y gracias a toda la información que habían reunido, era un caso muy fácil de probar y se convertiría en circo mediático desde el principio, por lo que les concedieron la ventaja de no tener que volver a verle la cara a Simon. Con la debida aclaración, de que la máxima condena a la que podían aspirar era cadena perpetua. Pero a los chicos no les importó, pensaron en que despertaría todos los días con sus mentiras, con sus secretos, con su conciencia ¿No es eso suficiente tortura?

La mañana en que Adeline se sometería al procedimiento para hacer el trasplante, los chicos se reunieron con ella en el hospital. Estuvieron jugando, cantando y contando historias, hasta que los corrieron de la habitación con la promesa de que podrían entrar de nuevo cuando se estuviera recuperando. Louis había estado un poco más callado de lo usual. Al despedirse de ella y besar su frente, antes de que la ingresaran al quirófano, ella tomó su mano con fuerza.

-Papi, ¿estás enojado conmigo porque quise hacer esto? - le preguntó consternada.

-No mi amor, yo jamás podría enojarme contigo. Solo estoy un poco preocupado, pero tú siempre has sido mi heroína, ya es tiempo de que deje que seas la heroína de los demás.

-No estés preocupado papi, no me perdería por nada el resto de mi vida a tu lado - le respondió ad, repitiendo sus palabras.

Louis sonrió, la besó en la frente, la observó alejarse y se sintió más tranquilo. Pensó en lo mucho que se parecía a su madre.

Adeline se sometió al procedimiento para hacer el trasplante con éxito. Todo salió bien, ella se recuperó rápidamente, al compás de las canciones de Ed, que no se separó de ella ni un momento. Eric mostró una notable e inmediata mejoría, el pronóstico era bueno y esperanzador, llegaría a tener una vida normal y saludable.

Después de tres meses, todo comenzó a normalizarse para los chicos, poco a poco fueron encontrando las cosas que les resultaban familiares y cómodas. Después de pasar por un evento traumático, te lleva un periodo de tiempo superarlo. Al principio, se sentían como si hubieran despertado de una pesadilla, como si el mal los asechara en cada movimiento, despertaban preguntándose si hoy recibirían la llamada que les confirmaría su miedo, de que al final, no resultara todo tan bien como habían creído. Pero al paso del tiempo, esa sensación también se disolvió. Pudieron disfrutar de la calma de una vida cotidiana y tranquila.

Quisieron organizar su reencuentro como banda, de verdad trataron de hacerlo, pero al estar sentados alrededor de aquella mesa de oficina, se dieron cuenta de que One Direction representaba los mejores años de su crecimiento, en los que aprendieron infinidad de cosas, en los que maduraron, se divirtieron, conocieron a las personas más importantes de sus vidas y experimentaron las más alocadas aventuras. 

Pero algo había sucedido, quienes fueron antes de esos sucesos y en quienes se convirtieron, son personas distintas. Algo en su interior, una parte de ellos, se había puesto en pausa esperando que esta oportunidad se presentara, pero ahora que la tenían en frente, comprendieron que no lo necesitaban. Después de su separación pública, siguieron siendo un equipo, hacían muchas cosas juntos, se reunían cada vez que podían, en todas las situaciones personales se apoyaban incondicionalmente y aunque no se veían a diario, se hablaban constantemente. 

UnbreakableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora