Aunque no sea conmigo

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Cuando Louis abrió la puerta para salir, encontró a Niall a punto de tocar.

-Si pensabas venir tan temprano mejor te hubieras quedado a dormir. Me gustan más tus desayunos porque Ed siempre me da cosas saludables – le dijo Louis en forma de recibimiento.

-Es bueno saber que me extrañas – respondió Niall entrando a la casa sin ser invitado realmente – Vine porque con la conmoción de lo que descubrimos, pasé por alto enseñarles esto.

Niall les mostró una llave que estaba agregada a su llavero, era muy delgada, plateada, brillante y fina, con dientes asimétricos.  En un costado tenia grabado el número 326.

-Esta llave estaba en la caja fuerte. Debe ser muy importante, tenemos que averiguar de dónde es.

-¡Tanto tinte rubio durante 1D te arruinó el cerebro! ¡Qué tonto eres! ¡Claro que es importante! ¿Crees que guardaría en una caja fuerte la llave de su diario? – le reprochó Louis.

-Si se da cuenta de que la llave no está en su lugar sabrá que entramos.

-Entonces hay que darnos prisa y averiguar qué es lo que abre.

-Yo sé lo que abre – dijo Ed al examinar la llave más de cerca - Es la llave de una caja de seguridad de un banco. El problema va ser, averiguar de cuál banco.


Louis llegó tarde a la cita, ya estaban todos sentados, esperándolo. Era la típica oficina, con una larga mesa rectangular en el centro en la que se sienta un cliente y sus abogados de un lado y al frente el otro. Llegó desaliñado, limpio pero con su ropa informal de siempre, despeinado y con esas ojeras que cada día se le notaban más.

Se sentó en silencio luego de disculparse y comenzaron la reunión. El abogado de Harry comenzó a explicarles la repartición justa de los bienes o algo así, que Louis no estaba atendiendo. Él observaba a Harry. Lucía tan... bello. El cabello casi le llegaba a los hombros de nuevo, se había ondulado las puntas que caían hacía un lado. Vestía una camisa de seda negra, un traje a cuadros color marrón y aunque no podía ver sus zapatos desde donde se encontraba, apostaría lo que fuera, a que estaba usando sus mocasines de piel italiana que él le había regalado la navidad pasada.

-¿Está usted de acuerdo? – le preguntó el abogado, sacándolo de sus pensamientos.

-Lo siento. Eh...

-¿Te sientes bien? – le preguntó Harry.

-No – respondió Louis, aunque nadie supo si era la respuesta a la pregunta de Harry o a la repartición de los bienes - Quiero que te quedes con todo. Todo el dinero e inversiones se transferirán a tus cuentas y a un fideicomiso para Adeline. Todas las propiedades, incluidos los autos, se pasarán a tu nombre. Te cederé la custodia física de nuestra hija en su totalidad. Lo único que te pido es que me permitas verla. Y en cuanto a MMRecords, solo diré que tendré que ceder la administración a terceras personas, pero haré todo lo que esté a mi alcance para que dicha transacción no te perjudique.

-Creo que debemos posponer la reunión – interrumpió el abogado de Louis al no porder ocultar su sorpresa al ver que su representado estaba regalando todo.

-No – dijo Louis con determinación – Es mi voluntad y no está a discusión. Redacten el documento y lo firmaré.

Dicho esto, se puso de pie para marcharse. Harry que salió detrás de él, lo alcanzó antes de que subiera al elevador.

-Quiero saber qué pasa. No te puedes ir, así nada más, sin decirme nada.

Louis bajó la mirada tratando de evadirlo y vio sus zapatos. Los mocasines de piel italiana que él le había regalado, eran sus favoritos. Levantó la mirada y sus ojos se encontraron con los de Harry.

UnbreakableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora