Louis, Ed y Niall.
Los chicos se prepararon con ropa oscura, con cachuchas negras y lentes de sol. Se equiparon con micrófonos y auriculares que les permitían comunicarse entre ellos y con pequeñas cámaras en sus lentes para grabar todo lo que verían. Se estacionaron a una cuadra de MM Management, desde donde podían observar bien.
Según sus investigaciones previas, la compañía tenía menos personal en esta época del año debido a las fiestas. Sobra decir, que los artistas necesitan representación y servicio todos los días, por lo que había un personal específico en el horario de oficina, pero ahora, pasada de la una de la madrugada, el edificio estaba casi oscuro por dentro, iluminado solamente por tenues luces que se quedaban encendidas por precaución.
Contaban con tres veladores que deberían hacer rondas cada hora, pero lo dejaban para cada tres. Después de todo, no era la NASA y su mayor preocupación era que algún vago buscara refugio del frío.
-Están muy callados. Yo entiendo si no quieren hacer esto – les dijo Louis- Es peligroso y si nos atrapan podríamos ir a la cárcel, por no hablar de lo mucho que gozaría la prensa haciendo teorías de las razones por las que estamos aquí. Si tienen alguna objeción díganla ahora.
-Eres la persona más valiente y más testaruda que conozco, sería una pérdida de tiempo oponernos a tu plan, además, estamos juntos en esto.
-¿Entonces qué pasa?
-Es Harry, no dejo de pensar en él –respondió Ed.
-Ya me pasó, se llama: Enamorarse. Me temo que ahora tendré que matarte – le dijo Louis tratando de hacer una broma para disminuir la tensión.
-Deja de bromear, es algo que me dijo que no puedo comprender. ¿Por qué le dijiste que ya no lo amabas? Podías haber inventado cualquier otra cosa, pero fue justo eso lo que elegiste decir.
-Porque si hubiese dicho algo diferente, él no me habría permitido marcharme. Esa fue nuestra primera promesa. Yo sentí que le pertenecía y él a mí y queríamos que si alguna vez, alguno de los dos dejaba de sentir eso, entonces tuviese la libertad de marcharse, porque somos libres de amar o de no hacerlo. Ese fue nuestro primer pacto.
-Lo siento – dijo Ed con verdadera tristeza.
-¿Crees que me perdonará? – preguntó Louis temiendo la respuesta.
-Sí, por dejarlo, por cuidar de su hija, por intentar encontrar una salida. Por ser tan torpe de creer que no te perdonaría.
-¿Y por mentirle? ¿Crees que volverá a confiar en mí?
Permanecieron en silencio. No lo sabían, ninguno de los tres, pero esperaban que si.
Gracias a las habilidades de Niall, lograron abrir con facilidad la chapa de la pequeña puerta trasera, junto a la entrada privada de los autos. Entraron con precaución, vigilando de que no viniera nadie, pero confiados de que no habría cámaras de este lado. Ingresar al edificio fue fácil con la tarjeta clonada de la empleada, la única diferencia entre esta puerta y las de adentro, es que ésta no tenía escáner, por lo que tuvieron que teclear los seis números de la tarjeta para que se abriera, siendo que en el elevador, bastó con pasarla frente a la luz para que leyera el código de barras.
Al abrirse las puertas del ascensor se encontraron con un pasillo corto, que no podía medir más de unos cinco metros. A la derecha solo había grandes ventanales que dejaban ver el cielo nocturno y a la izquierda estaba el pasillo principal, amplio y espacioso, que tenía las oficinas con sus respectivos escritorios afuera, pues cada ejecutivo contaba con su propia secretaria. Niall abrió sin dificultad la primera oficina, que Ed revisaría, luego la de al lado, que según su teoría debía ser la de Simon y por último intentaba abrir la de enfrente.
Ed entró de inmediato y empezó a revolver cosas con cuidado, iluminando con una pequeña lámpara. Louis se entretuvo en el escritorio de la secretaria, porque al abrir el cajón y remover un poco las revistas que contenía, vio un sobre cerrado tamaño carta color manila, en el que se leía "Eric 15-26".
Niall seguía luchando con la puerta que le estaba dando más problemas que las otras, cuando escucharon que se empezó a abrir la puerta del ascensor. No de aquel por el que ellos mismo habían llegado, sino el otro, el que estaba al final de la sala de espera, el que conducía a la entrada principal. Louis casi sin pensarlo, metió el sobre en su pantalón por debajo de su playera y caminó hacia el ascensor para esperar a quien saliera.
Niall logró abrir la puerta y se metió cerrándola tras de sí con cuidado de hacer el mínimo ruido posible. En aquella habitación, que no tenía aspecto de una oficina, iluminada solamente por la lámpara de mano que llevaba, pudo ver tres paredes tapizadas de fotografías. En la cuarta pared había una ventana muy grande que estaba cubierta por una cortina oscura, se acercó para abrirla de modo que la luz exterior iluminara un poco y pudo ver mejor.
Había fotos de todos, de Louis y de Harry con Ad, en vacaciones familiares, en su casa, en la escuela. Había fotos de Ed también, no de sus apariciones en público sino fotos privadas, muchas de ellas de visita con Ad, de todos los momentos en que la llevó consigo, que fueron muchos. Encontró otras de Liam, con su familia y por último había otras de él, con sus padres, con su sobrino, con Harry, con Louis, con Ed.
Sobre el escritorio, solo había una computadora vieja y muchos papeles con anotaciones hechas a mano. No podía entender lo que eran, había horarios, gastos, direcciones, teléfonos y muchos dibujos hechos a lápiz en las orillas. Era fácil imaginar quién los había hecho, tenían una técnica característica que conocía muy bien.
Dejó todo como estaba y salió con sigilo. Desde el ángulo donde se encontraba, veía a Simon de costado y seguía hablando con Louis. Si no hubiese llevado el audífono no habría escuchado tan bien todo lo que decían. Se quedó parado viendo cómo Ed llegaba apresurado, pero no venía de la oficina que debía revisar, sino del pasillo posterior, por el que habían entrado. Los dos permanecieron quietos hasta que Louis les hizo una seña para indicarles que era hora de irse.
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Unbreakable
Fanfiction¿Te has preguntado alguna vez, qué sería de tu vida si hubieras tomado decisiones diferentes? Siete años después de perder a Adeline, inmersos en la vida que soñaron, Louis y Harry descubren que alguien trata de quitarles a su pequeña hija. Ahora d...