El día que deje de existir

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Harry dudó, pero Zayn no lo hizo. Se dirigió hacia él con determinación, sin importarle si iba armado, si estaba dispuesto a rendirse o si daría alguna clase de pelea. Se descubrió a sí mismo intrépido y audaz, como si se tratara de otra persona. Ya no le tenía miedo.

-¿A qué has venido? – le preguntó Zayn cuando estuvo frente a él.

-Vine a entregarme – respondió Simon levantando ambas manos con las palmas abiertas, para demostrar que no venía armado - Quiero que me hagan el análisis de compatibilidad con mi hijo.

Harry le hizo señas a los policías que estaban en otro pasillo y se acercaron a él rápidamente. No opuso resistencia. Lo esposaron y avisaron por radio que ya lo tenían. Harry despertó con delicadeza a Lauren y le dijo lo que pasaba.

Antes que nada, le tomaron la muestra de sangre a Simon para que se quedara en el hospital y se dispusieron a subirlo a una patrulla, para llevarlo a la estación de policía. Salir del hospital fue un poco difícil, así que lo hicieron por la parte trasera, en el frente se habían instalado unos paparazis, esperando captar la gran fotografía de sus carreras. Simon no les quiso decir cómo había entrado sin que nadie se percatara de ello. Hasta cierto punto, resultaba aterrador lo escurridizo que era cuando se proponía serlo. 

Se enterarían más tarde, que había llegado mucho antes que los chicos, después de que las cámaras de seguridad lo habían captado, le dio la vuelta al edificio y había entrado por una puerta trasera que es para el personal, solo que no se había intentado acercar al cuarto de Eric, se quedó dentro del hospital, oculto en un área que estaban remodelando y a la que no tenían acceso los pacientes. Pretendía esperar a que se hiciera más tarde para acercarse a su hijo, pero al ver el vídeo de Lauren y luego de considerarlo con detenimiento, decidió entregarse.

Después de verlo partir en la patrulla, los chicos se fueron a casa, solo les restaba esperar. Cuando Louis llegó, la primera gran noticia con la que lo recibieron los empleados de seguridad, fue que en su hogar, solo estaban su esposo y su hija, todos los demás, ya se habían ido, cada cual para su respectiva casa. Los amaba, eran sus hermanos más que sus amigos, sin embargo, habían pasado demasiado tiempo juntos los últimos meses y lo único que deseaba ahora era algo de intimidad con su familia.

Harry no encontró a Louis en su habitación, dio un breve recorrido por la casa, besó en la frente a Adeline que dormía plácidamente y luego se dirigió directamente al jardín.

En efecto, allí estaba. Sentado en su columpio, envuelto en una manta abullonada porque hacía frío.

-Amor... - dijo con suavidad, tratando de no asustarlo.

Louis lo miró con una sonrisa y le abrió la manta para que se metiera en ella y se sentara junto a él.

-Has vuelto muy pronto.

-Simon se entregó - dijo Harry, lo que hizo que Lou arqueara las cejas sorprendido - Fue demasiado rápido y fácil, sinceramente no creí que funcionara.

-Yo tampoco.

-Tal vez después de todo, sí tiene corazón.

-Yo no creeré eso hasta que muera, le hagan la autopsia y me lo muestren - respondió Louis riendo.

La prensa se deleitó con la historia. Las teorías conspiratorias, que intentaban descifrar los oscuros secretos de las grandes instituciones de la industria, no se hicieron esperar. Los ojos del mundo entero se volcaron por primera vez en los problemas de estos chicos, y a diferencia del pasado, los presentaron como víctimas de las terribles circunstancias que les tocaron. No los crucificaron, no los juzgaron, no los atacaron, no les dieron la espalda.

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