Sin votos

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Les explicó Liam, que habían contratado un avión privado que los llevaría directamente a Ibiza, donde sería la boda, a esta hora todo estaría listo y los estaban esperando. Sus familias y el resto de sus amigos más cercanos ya se encontraban allá, solo faltaban ellos. De alguna manera, Harry había conseguido que todos pospusieran sus actividades un par de días para celebrar con ellos.

Llegaron a una playa privada, bellísima. Todos los recibieron con gran emoción. Como ya no era tan temprano, vieron el atardecer sobre el mar.

En medio de esa bella vista, habían puesto una palapa, con techo de palmas y soportes de madera, de la que colgaban lámparas de luz blanca. En la arena, haciendo un camino hasta la pequeña mesa del ministro de ceremonias, habían colocado velas, que enmarcaban las sillas de bambú para los invitados, que estaban cubiertas con un elegante satín azul turquesa.

Cuando todos estuvieron listos en sus sitios, la ceremonia comenzó. Era justo como la recordaban. Aunque la sentían diferente esta vez. Se habían casado, en aquel entonces, a hurtadillas, con miedo, no de que los descubrieran propiamente, sino, con temor a afrontar los juicios infundados del mundo entero. Es duro e injustificadamente cruel, no poder disfrutar de algo, solamente porque tienes que lidiar con la opinión de la gente.

Ellos sentían aquel peso y aún así eligieron dar ese paso, seguros de que era lo correcto. En cambio ahora, que eran esclavos de nuevo, se sentían totalmente libres, se pertenecían mutuamente y no les importaba lo que dijera la gente, ni siquiera tenían que esconderse. 

Harry había contratado un fotógrafo profesional que se encargaría de registrar cada detalle para compartirlo él mismo con sus fans, por medio de sus redes sociales. Sin fines de lucro, sin dobles intenciones, simple y sencillamente para alardear al mundo entero que estaba enamorado, aún en contra de todo pronóstico, aún después de todo lo que había sucedido en su vida. Se sentía más seguro que nunca, más satisfecho y más convencido de que nada podría separarlos. Cuando les preguntaron si habían preparado sus votos matrimoniales, ambos se dieron cuenta de que ni siquiera habían pensado en lo que iban a decir.

-No los necesitamos - dijo Harry.

-No - respondió Louis, negando con la cabeza suavemente - Hemos vivido una vida que ha sido una promesa. Cada acción que realizamos que antepuso la felicidad del otro a la nuestra, cada palabra, cada sentimiento, cada decisión que edificó a nuestra familia se convirtió en un juramento.

-Te amo.

-Y yo te amo a ti - dijo Louis y lo besó de nuevo. 

Sin esperar a que se lo indicaran, sin importar si ya era el momento. Esta ceremonia carecía de sentido si postergaba tanto un beso. El beso que nunca era suficiente, que siempre le dejaba en espera del siguiente.

La fiesta en la playa fue una genialidad, sus familias y sus amigos más cercanos estaban allí. De alguna manera, Harry había logrado que todos asistieran, sin avisarles con anticipación y sin una planificación extensa, había conseguido con éxito, uno de sus más grandes sueños, una boda hermosa, sin falsas pretensiones, rodeado de las personas más importantes en su vida, sin miedo de los juicios externos ni la opinión pública. Era, sin duda alguna, un día perfecto.

Después del brindis, Cherry se acercó a ellos para entregarles, lo que considerarían a partir de este momento, como el mejor regalo de bodas. Les dio una carpeta con una documentación que contenía el proceso legal de su demanda, dándola por cerrada por falta de pruebas y argumentos legítimos. Las pruebas que reunieron, el ADN, casi todo estaba allí, como garantía de que, ante la ley, nadie podía quitarles a su hija. En cuanto Simon consiguió lo que quería, dio la orden de que se frenara la demanda, él no estaba interesado en esa niña. Casi sin esfuerzo, Cherry consiguió que se diera por concluido el proceso y se sintió honrada de ser ella misma quien se los comunicara. Le pareció un poco extraño que Harry la invitara a su boda, ya que a penas y se conocían, pero pensó que sería la excusa perfecta para darles esta maravillosa sorpresa.

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