Omegas vs Alfas [Omegaverse]

35. No pienso compartirte

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🅾 Pov Samuel

Estamos sentados en los muebles nuevos, mamá y papá están frente a nosotros, con una mirada asesina a mi rubio y él -nervioso- sólo toma mi mano.

Esto es incómodo, me voy. Bai.
Buen momento para no dar lata.

— Señor y señora Mckenner. Soy Louis Thompson y yo... Yo...

— Es mi novio. —dije para aliviarlo.

—    No te dejaré tener a mi hijo. —sentenció mamá.  — Ahhh verdad, los asusté un poquito, si te asusté   —se burló, me recuerda al chico del vídeo te asusto, te asusto—  siempre quise decir esa frase, recuerdo esa misma expresión en el rostro de la pareja de Damián. Soy Camila y él es mi esposo, Camilo.

—   ¡M-Mamá! Deja de burlarte de nosotros.

- —  Ahora si se acaba el juego, ven conmigo. Papá hablará con Louis en el despacho.

Tragamos en seco con Louis, papá es un manojo de amor pero sólo con la familia, hace unas semanas me vieron llorando por él.

  ¡Corre Louis, por tu ---- ya se fue!

—    Mientras hacías caras raras ellos se fueron, mejor cuéntame sobre él. ¿En verdad te gusta?

—   Demasiado, mamá.

—  ¿Le gustas?

—  Hasta donde sé, mamá.

—  Si en verdad te quiere, se va a quedar a cenar.

— ¿Por qué dices eso? Mamá, ¿qué va a hacerle papá? Han planeado esto, oh por los dioses. ¡Debo ayudarle!

— Tú. No. Vas. A. Ningún. Lado.

— Buenas, hoy ha sido agotador, me encontré con un chico acosador y su gemela.  —Damián habla en la puerta y pronto se hace presente en la sala—  ¡Vaya, Sam, hola! Huele algo ¿natural?—es el aroma de Louis: Tropical-

—  Hermano   —digo corriendo hacia él—   Papá y mamá le harán algo a Louis, detenles.

— ¿Qué? ¿Para qué o qué? Ese rubio merece un poquito de eso ¿no?. Además será su ritual de iniciación en nuestra familia.  —dice con una sonrisa de par en par, ¡él lo sabía!, debo calmarme un poco.

Tic toc

Espera, la maldita espera me intriga, después de una hora Louis salió del despacho, se veía algo ido, pareciera que estaba dormido. Papá me vio y fui hacia él.

— ¿Qué le hiciste?

—  Muchacho rebelde, cómo es que le hablas al hombre que te dio la vida.

— Papaaaaá, lo siento, sólo estaba preocupado, disculpa.- —dije sincero.

— Sólo me estaba asegurando que tan reales son sus sentimientos. Tranquilo Sam, ven y dale un abrazo a tu padre.

Mis brazos rodearon a mi padre y logré relajarme un poco, recordé cuando tenía miedo a la oscuridad, papá hacía un espacio en la cama para mí y me cubría con sus brazos hasta que lograba conciliar el sueño.

(...)