Omegas vs Alfas [Omegaverse]

5. El celo

Pov Samuel

Llegar a casa fue todo un martirio. El roce de un alfa en esta situación era para enloquecer, mi parte baja se sentía tan contenta que pareciera iba a tomar vida propia y salir corriendo.

Damián, después de hablar con el rubio, me llevó lo más rápido que pudo hasta la casa de mis padres y me dejó a cargo de mamá, me dejaron en el sótano.

Donde por cinco días me retorcí, jugué con mi trasero, invocaba a criaturas salvajes — o sea los alfa— hasta que finalmente se acabó.

¿Saben lo idiota que me sentí? Siempre he odiado mi celo, me frustra el sentirme mal por no tener a un alfa metido en mi trasero. Cuando logro estar en mis cinco sentidos, me doy una ducha fría y adelanto en mis quehaceres.

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Cuando llegué al colegio fui recibido por un gran abrazo de mi hermoso ángel.

Juan es el mejor amigo que puede existir, si esta no fuera mi naturaleza, lo reclamaría —bueno, si fuera alfa— Pero no me atrae de esa manera, eso sí, soy consciente que es una maravillosa persona, es valioso y su futura pareja va a ser muy suertuda.

Él siempre ha sido muy atractivo, es adorable en todo sentido, sabe cocinar delicioso, es muy ordenado, en resumen, es un excelente omega. Por ello, ha recibido una gran cantidad de alfas queriendo cortejarlo; a tal punto que sus insistencias le obligaron a no venir al colegio, estaba harto de estos ataques, eso enserio me molestó y no iba a esperar a que sucediera lo peor y lo marcarán para reaccionar; por eso luché por la división. Bueno, fue una de mis razones.

— Sammy, ocasionaste una avalancha de alfas.

— ¿Qué? —sus palabras me hicieron salir de mis pensamientos — Explícame Juan.

— El día que llegó tu celo. Todos se dieron cuenta, tu olor llegó a las instalaciones de los alfa y ---

— ¿Y...?

— Casi rompen la cerradura de la puerta. Tuvieron que dejarnos salir antes para que los alfa no nos atacaran. —Juan estalló a carcajadas.

Ahora que lo pienso... ¡Oh rayos! Thompson...

— Juan. ¿El rubio ha venido últimamente?

El pelirrojo me vio de medio lado, divertido.

— Así es. Y ha preguntado por ti. Y ha estado con un ánimo bajo. Y viene hacía aquí.

— ¡¿Qué?!

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Soy excelente para correr. Huí como pude del rubio dejando a mi hermoso ángel atrás. No quiero encontrarme con él, de sólo pensar en lo que me iba a hacer ese día, no, fue su instinto y mi naturaleza me hace entrar en esas condiciones haciendo que ellos se descontrolen.

Sí, eso debió haber sido. JAJAJAJAJA que susto.

Intenté convencerme de no tener a ese alfa tras de mi.

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Juan llegó enfurruñado al aula de clase, era obvio el por qué.