Omegas vs Alfas [Omegaverse]

9. Cortados con la misma tijera

Pov Samuel

T

odo pasó tan rápido que -aunque suene raro- no logro entender el por qué de la actitud del rubio. Necesito un muy explícito contexto, gracias.

Ese rubio tonto viene, se lanza sobre mí, me huele como un enfermito desde el cuello hasta la mejilla, hace que me retuerza y tartamudee y lo peor, estaba muy seguro de la palabra "mío".

No cariño, tuyo no.

David nos ha encerrado en el baño.

— Tu amigo, me molesta en verdad. —suelto irritado, pero, sé que le debo una a éste chico.

Mientras calmaba los latidos de mi corazón y mis pensamientos se ordenaban, él solo desordenaba su cabello algo preocupado.

— No es su culpa. Tú mismo nos odias por eso mismo, es su naturaleza 'alfa' —Respondió con cara de pocos amigos.

No dije nada, sólo me dediqué a observar las baldosas del baño en el que estábamos. Me fijé atentamente en las expresiones del cabellos grises; tiene miedo, de su amigo.

Entré en razón, me puse de pie y con orgullo caminé hacía la salida.

— ¿A dónde vas, Mckenner?

—  Tengo 15 minutos para que los cerebros de nuez entiendan matemáticas y logren pasar su examen de recuperación, así que —me muestra su hilera de dientes blancos— levanta tu trasero y vamos a clase, Stanford.

Como un muñeco de cuerda este me siguió, el salón estaba justo como lo dejamos, la puerta cerrada. El cabellos grises dudoso giró la perilla y la escena que vi fue... ¿cómo decirlo?

Tan cliché en este mundo injusto.

¡Lo sabía!

¿Por qué fiarse de los alfa? Están cortados con la misma tijera, y pensar que consideré que él enserio me estaba cortejando. No, Samuel; igualitos, la naturaleza manda en ellos... en nosotros y duele.

Me duele porque estaba reaccionando a ese rubio, a sus toques y a su olor. Qué pena.

Ahora solo me duele el orgullo.

David estaba con su espalda recta y sus ojos clavados en su mejor amigo, tal vez preguntándose ¿por qué sus acciones no concuerdan con sus palabras?

Sin esperar más corrí para separar al omega de el rubio.

— Oh, lo sabía, está en su celo.

Supongo que le llegó de imprevisto, justo en la mitad de alfas, pobre chico.

— ¡David! Puedes alejarte de la puerta, voy a irme.

Mientras pasaba con el omega en mis brazos el rubio me lanzó una mirada de enojo, sus pupilas estaban llenas de lujuria y cuando finalmente estas se encontraron con las mías él volvió en si.

— Sa...muel —sus ojos estaban  tan abiertos que pensé en sacárselos para colgarlos en mi pared.

Le lancé una mirada, no sé que sentimientos llevaba esta porque no tengo idea de lo que siento en este momento, pero, la opresión en el pecho está alarmando mi sistema. Louis agachó la cabeza e hizo un intento de decir algo, de su boca no salió sonido alguno.

No estés triste Samuel -Me dije a mi mismo- has algo para mejorar tu ánimo. Eres un Mckenner.

Estaba saliendo de la sala y me volví a ellos.

— Fin de la clase, suerte en su examen y —lanzo mi típica sonrisa, los alfa sabían que no sería gratis para ellos— como ustedes los aman. ¡Que vivan los olores!

Este sobrecitl lo cargaba en caso de un ataque, era un gel potente de olor a dulce, todos los alfa les encanta ir oliendo de aquí allá y por eso este sobre solo los afecta a ellos, no a los Beta.
Destapé el sobre y deje caer el líquido en el suelo, logré sentir lo extravagante del potente líquido que principalmente buscaba joder alfas, muchos taparon su nariz y en eso cerré la puerta.

Con el omega busqué camino a la salida, se escuchaban lamentos desde la sala que acabo de abandonar y mi sonrisa estaba de oreja a oreja... pero este pinchazo en el pecho está jodiéndome el día.

🌿

Después que la madre del omega se encargará, tomé rumbo a mi hogar, varios de los que estaban en mi clase salieron hace rato, unos con la nariz roja y otros sólo me miraron divertidos a esos los amo, broma es broma.

La música estaba sonando y era dirigida por Adele, después -para mi pesar- inició la canción Perfect de Ed grandioso Sheeran, no es que no me agradara sino que no estaba siendo positiva para ese dolorcito en el pecho que me estaba haciendo preguntar muchas cosas. Rápidamente cambié de canción e inició Happier.

— ¡Basta, lloraré! Yo te amo. ¿Por qué me haces esto, Ed? —Me dirigía a mi celular como si fuera el mismo Sheeran.

— Querrás decir. ¿Por qué me haces esto Louis?

— Oh si, buena tarde Stanford, primero los modales.

— Lo dice alguien que lastima narices de alfas  —este suelta una risilla-

— Lo hago con todo el respeto del mundo ♡

Sin ser previsto me llevó a casa, hablamos de idioteces en el camino y hasta me contó que le gusta alguien. Súper normal.

— ¿No te enojaras si te digo quién es?

— Dale, no creo que pierda los estribos.

— Es Juan.

Juan. Juan. Juan. Eco.

— ¡¿Quéééééé?!

— Fue inevitable para mí, sólo pasó, me gusta todo lo que sé hasta ahora de él y quiero saber más de él y... —suspira— por eso pido tu ayuda, Samuel.

Enarco exageradamente mi ceja derecha y David traga en seco.

— ¿Qué tanto quieres a MI ángel? —dije fuerte la palabra mi-

—Voy en serio, sé que soy algo coqueto, pero no soy un zorro, sí preguntas  notarás que no me voy de omega en omega, ni siquiera reaccioné al que tenía el celo en mitad de todos.

—Si vas en serio, te ayudaré —Este sonrió de oreja a oreja— Pero si llegó a verlo llorar por una estupidez tuya, te cortó las pelotas.

El cabellos grises lanza una carcajada — Está bien, pero ayúdame con datos sobre él, quiero llevarle algo mañana, algo lindo.

Lo invité a pasar a mi hogar, mala idea.

¡Olvide que lo mencioné hace unos días en la mesa! Mierda, mamá va a molestarme por mucho tiempo.

Con el menor ruido posible intenté subir por las escaleras y cuando me giré en busca de David este estaba siendo analizado por mi madre.

Oh, madre.