3. ¡Aléjate!

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A carcajadas llegaron los hermanos Mckenner, Samuel con sus mejillas rojas de tanto reír y Damián con su boca entumecida por las muecas que había hecho.

Sus padres sólo los vieron curiosos y rieron por lo bajo, definitivamente no preguntarían lo que sus maliciosos niños traían entre manos.

Ya en la ordenada habitación de Damián procedían a chismear los hermanos.

— "¿Ricitos de oro?" Me hiciste el día Damián.

— No te rías mucho, ese idiota estaba buscando su omega y eso es tema serio, niño travieso.

Samuel se quedó en silencio, vió a Damián, achinó sus ojos y sólo dijo —Nahhhhh.

La cara que puso cuando apareciste —se burla— Casi se encarama sobre su amigo.

De nuevo las carcajadas reinaron en su casa, sus estómagos dolían y era imposible que soltaran más lágrimas de tanto reír.

Fue una tarde en la que sólo se dedicaron a burlarse de ricitos de oro.





🚩

Pov Samuel

Me pesan los ojos de tanto dormir, no quería ir al colegio hoy, pero a parte de ser el segundo día de clases, iba a ser el día de la revancha del chico rubio, estaba seguro.

¿Como se desquitaría por lo de ayer? Esto se pondría divertido de ahora en adelante.

Luego de asearme rigurosamente, elegir un vestuario que combianara y desayunar tomo rumbo al colegio.

Damián solo me recoge o lleva un día que otro, así que para llegar al colegio tengo que caminar o gastar dinero en un taxi.

Hoy me sentía más agitado de lo normal —Me lleva, llegará mi celo pronto—

El celo es el peor castigo para mí, ¿por qué desde temprana edad mi cuerpo pide ser consumado?

Mi 'naturaleza' es injusta y tengo mis argumentos.

Somos los que más nos lleva la verga, el celo, el embarazo, la sumisión, los prejuicios, la dependencia y los peores tratos.

Naturaleza, me dueles.

De mi mochila agarró mi cajita de supresores e ingiero los necesarios, me alegra haber dado con los adecuados para mí.

No quiero olor, no quiero un alfa, no quiero embarazo.

Cuando estaba por entrar completamente vi por el rabillo del ojo que molestaban a mi ángel.

¡Malditas alfas!

—1— Hey, guapo. ¿Por qué no entras a nuestro edificio? Es aburrido sin lindos omegas como tu.
—2—  ¡Si! Te vas a divertir, bebé.
—3—  Ven y diviértete conmigo.

¡Vaya! Hablan de los omegas como si fuéramos perras y ahora mira quienes se comportan como unas verdaderas perras.

—1— Este se muere.
—2— Venga, vámonos.
—3— Hmph, no tiene ni olor. Qué asco.

Ots.

Omegas vs Alfas [Omegaverse] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora