Omegas vs Alfas [Omegaverse]

45. Malditamente feliz

🅰 Dorian Gómez

— Saldremos a pasear, ponte lindo, te espero en diez minutos en el auto.

Después de decir esto, salí de la habitación de Cheiz, no replicó ni hizo preguntas así que esta bien para él, y si no fuera el caso me valdría, saldríamos y punto.

Ha tardado dos minutos, llevo doce minutos en el auto. Que molesto.

— Tarde porque tu madre me estaba dando tips sobre como hacer feliz a un alfa, tampoco es como si hubiera escuchado.

Que susto.

Ha llegado de la nada, de dónde salió, bueno al menos ya está aquí.

— Sube al auto, Cheiz-Cheiz.

— Odio ese apodo.

— Lo sé —dije triunfante.

Lo llevé al observatorio, casi a las afueras de la ciudad, al menos estamos lejos.

— Dime el motivo de esta salida, Dorian.

— De vez en cuando debo consentir a mi omega ¿no?

— A mi me vale, habla con la verdad.

— Vengo a preguntarte sobre ti, no se nada en lo que a ti concierne, es mi deber saber algo más que tus puntos dulces —dije para molestarlo, sus mejillas se tiñeron pero su expresión seguía seria— ¿Alguna comida favorita?

— Alacranes.

— Estoy hablando en serio.

— Alacranes acaramelados.

— Contigo no se puede, eres peor que él.

— ¿Qué quién?

— Tu cuñado.

— Ni lo mencione.

— No debes sentirte celoso, tu también eres lindo.

— Creo que aquí empezaré con mi excavación para ver si encuentro en el centro de la tierra quien pidió tu opinión.

— Eres mas tenaz, no te sientas opacado por Samuel.

— Mira, primero que todo, tengo un autoestima y si eres tu el que oculta toda esa inseguridad queriendo opacarme a mi por que tu enemigo pudo con él que querías, sólo calla, das lastima. Segundo, no tengo celos, solo me es un mal sabor de boca escuchar sobre mi cuñado, sobre Samuel Mckenner. Para finalizar, ¡superalo! Si aún lo quieres, lucha por él, en vez de estar con un omega de catorce.

— Eso quisieras, no te voy a dejar ir así de fácil. Me perteneces.

— Como quieras.

— ¿No sientes odio hacia mi? O tu familia, no hicieron nada, tu querido hermano solo veía desde la ventana como te separaba de su lado. ¿Quién peleó? ¿Quién intentó algo? ¿Alguien vendría ayudarte en este momento?
Nadie, porque ahora solo es Louis, su omega, con quien tendrán cachorros y los verán crecer en familia mientras que tú te marchitas conmigo.

— Esta será una vida muy aburrida entonces. —dice sin mostrar expresión alguna, no puedo saber en qué piensa o que siente.

— ¿No sientes desilusión o enojo?

— Diría que es algo solitario, pero no hablo de mi —sus ojos se fijan en los míos— ¿Te sientes frustrado? ¿Enojado o desilusionado?

No lo aguanto, tarde o temprano iba a pasar.

— Te lo ganaste.

— Abofetear a alguien menor y mas débil te hace feliz —dice sujetando su mejilla y con ojos vidriosos.