Intercambio [S. M.]

Capítulo 41: La cita

Viernes

Alejandra POV

Me faltaba dos horas para mi cita, estoy demasiado nerviosa, nunca he tenido una cita o al menos en México no lo llamamos "cita" simplemente un ligue más pero nunca he escuchado a alguien que diga "me invitaron a salir" porque se nos hace muy gringo o lo ocultan, como sea, no sé cómo se hace en una cita, lo único que me dijo es que estaríamos en un café y no es Starbucks, así que me imagino que me pondré algo casual y lindo, y sinceramente no me gusta James pero nunca he estado una cita y aprovechó que lo haré con alguien... con el, no sé cómo describirlo, en fin, esto es lo que me pondré:

Una falda negra de cuero con medias acompañado de una blusa de botones color beige con puntitos negros y por ultimo unos tacones de bota de color negro, dejando de describir mi vestimenta, mi maquillaje lo llevaré muy ligero (N/A: multimedia el maquillaje del ojo) quiero que me reconozca y no ser una payasa, lo último sobre mi pelo... lo llevaré natural.

[...]

Una hora después

Todavía sigo nerviosa, me fui directo al cuarto de Aaliyah porque... mujer a mujer, más fácil, toque su puerta y escuche un "adelante", entre.

–Que guapa se ve...

–Muchas gracias —sonrió y siento mis cachetes arder—.

Aaliyah se levanta y cierra su puerta con seguro y me mira como... ¿lunática?, espero que no empiece con sus rarezas.

–Tú no quieres ir a esa cita.

–¿Es pregunta o es afirmación? —dije nerviosa—.

–Afirmación, yo sé que estás mega enamorada de mi hermano.

–No lo... se, Aaliyah, te dije que no hablaríamos más este tema.

–Ya no te puedes esconder, dime una cosa... ¿porque aceptaste esa cita?

–Porque quizás nunca he tenido una cita y sería perfecto ir con el.

–¿Porque con mi hermano no?

–No me preguntó, no voy, así fácil la cosa

Pero el es un puto famoso, ni siquiera puedes ir al esquina, mierda -pensé-.

–Pero lo deseas —sonríe—.

–Aaliyah... estoy simplemente confundida, déjame divertirme una vez.

–Es que... te vez muy feliz con el y el también...

–Aaliyah... a el no le gusto y punto, y lo se... el me hace muy feliz pero... agh malditos sentimientos.

–¿Entonces admites que te gusta? —dice emocionada—.

–Te diré una vez más, no lo se, posiblemente pueda que si... no lo se... agh.