Capítulo 87: Eres muy ingenua amor.

192 8 2
                                    

Domingo, la madrugada.

Estaba acostada en mi dulce cama y además de cobijada, revisaba mis redes sociales como otra adolescente pero de repente entré a Facebook, rara vez lo hacía y llegó una notificación, entré y era Melody felicitándome, miré mi hora y eran las 12 con una, definitivamente hoy era mi cumpleaños. En la publicación decía que lo pasé de maravilla y muchas cosas así. Decidí de una vez dejar mi celular y ahora si a dormir, no quiero tener unas bolsas en mi cumpleaños.

[...]

–Cállense nos va escuchar.

–Está re muerta.

–¡AALIYAH!

¿Quién no me deja dormir? Despierto un poco confundida y aún seguía los párpados pesados, pero alcancé ver algo y... wow.

–Feliz cumpleaños Alejandra —hablaron todos—.

–Aww muchas gracias, no era necesario —me entregó el pastel Camila, sonreí—.

–¿La felicitaron sin mi? —tenía que ser él, volteó a verme— felicidades amor —se acerca y besa mi mejilla—.

–Siempre arruinando el momento —habló Aaliyah—.

–No es cierto —le contestó—.

–Niños, no empiecen a pelearse y mejor alístense —habló Karen—.

–¿Por? —tallé mi ojo—.

–¿Por? Por tu cumpleaños cariño, iremos a desayunar y ni rechaces porque te llevaré a la fuerza —asentí asustada y recibí una sonrisa cálida de Karen—.

–De acuerdo, déjenme me alisto —asintieron y se fueron—.

Hoy lo considero otro día más, no es que no me guste celebrarlo simplemente me da igual, además que flojera planearlo, mejor solo ver videos de YouTube y ya, pero como mi querida familia me llevará a desayunar no puedo rechazarlo, así que nos ponemos en marcha.

Así así con unos simple jeans

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Así así con unos simple jeans... realmente no tendría que estar explicando, me fui muy casual y no hice mucho con mi cabello, en cambio a mi maquillaje nada extremo o más bien exagerado, simplemente rellene la ceja, algo de mascada y un eos para mis labios, realmente iba muy sencilla pero cómoda. Salí del cuarto y al parecer solo faltaba yo.

–¿Listos? —asintieron— entonces vámonos.

Salimos de la casa dirigiendo hacia el carro y después de ello no lo sé. Miraba la ventana el paisaje, aunque duré muy poco observándolo y dirigí mi vista al celular, entré a twitter y fue muy lindo lo que hicieron, me felicitaban y además crearon un hashtag, agradecía algunos de mis seguidores, no paraba de sonreír.

–¿Y esa sonrisa? —habló Camila—.

–Mis seguidores me están felicitando —la miré— se siente bien recibir esto.

Intercambio [S. M.] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora