Intercambio [S. M.]

Capítulo 57: Días sin el y Disney

Sábado (madrugada)

No podía dormir, no puedo dormir, tengo frío, odio admitirlo, en verdad extraño a Shawn en la cama, está bien, eso sonó muy extraño pero deberían entender mi situación, vives en el mismo techo que tú crush y que ese crush se vuelva tu enamoramiento, claro no cien por ciento pero ahí le llega, después que se valla a un lugar no tan lejos pero si hace falta, el transmita calor desde su cuerpo corporal, me hace sentir segura y protegida, quizás estoy exagerando pero enserio, deben comprender mi necesidad con el; agarro mi celular y checo mis redes, veo las fotos que me tome ayer en el aeropuerto, voy a comentar una que otra; veo como se ponen felices tan solo responder, así se debe de sentir cuando le contestas a alguien, mi celular no deja de vibrar así que apago las notificaciones y ahora estoy en YouTube viendo cualquier tontada.

[...]

Cinco y media de la mañana...

Ya me siento un poco cansada, así que dejó mi celular cargando mientras que acomodo, agarro el oso de peluche que me regalo Shawn... nunca olvidaré ese día, lo abrazo como si no fuera mañana y me quedo rendida finalmente.

[...]

Horas después...

–Alejandra, despierta —acaricia mi espalda— ya está tu desayuno —ahora acaricia mi cabeza, después ya no la siento—.

Me levanto y bajo, de seguro tengo unas feas ojeras pero no me importó, salí del cuarto y me dirijo a la mesa donde todos están desayunando.

–¿Descansaste bien? —habló Karen—.

–Si —mentí— ¿no se nota?

–Aquí huele a alguien que extrañe a su amorcito —Aaliyah me susurra, la golpeo con mi pierna— ouch.

–Lo siento, se me salió —sonrío falsamente— ¿que haremos hoy familia? —sonrío—.

–Hagamos un maratón Disney —sonríe la chiquilla—.

–La última vez que intentamos, nadie aguanto —habló Manuel—.

–Por favor —la niña hizo puchero—.

–Está bien, lo haremos, ¿le entras Alejandra? —me preguntó Manuel—.

–Nunca me negaría un maratón Disney —sonrío—.

Todos habíamos terminado nuestro desayuno, decidimos esperar un rato para después atracarnos con palomitas viendo películas.

[...]

Empezamos a colocar las cosas que ocuparíamos, cobijas, platos, comida y mucha comida, todavía estábamos acomodando hasta que suena mi celular.

Número desconocido

Me quede confundida, bueno no, esto es normal para mí que me lleguen esto, así que solamente presione cancelar y continúe acomodando, luego me llega un mensaje.

Creí que éramos amigos, te agarre cierto cariño, my lady :(

Cuando lo mire, mi corazón empezó a latir, de seguro sonreí como tonta, dejo a la familia y me dirijo al cuarto; marco al "número desconocido", y rápidamente me respondió.

–Hola my lady —les juro que en estos momentos me desmayo— ¿creías que era un desconocido? —ríe—.

–Bueno, ahí dice "número desconocido", así que lo más probable que si pensé que eras un desconocido —río—.

–Te extraño.

Despego mi celular de la cara y empiezo a reír, no es tanto de burla, es como decir "¿en verdad me dijo eso?", empecé a reír de los nervios, ¿le contesto, "yo también"?, no lo se, creerá que soy una desesperada, agarro nuevamente el celular a mi oído y escucho murmullos.