Capítulo 82: "Te extrañaré idiota."

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Al día siguiente

Alejandra POV

Por fin terminamos con la preocupación y todo felicidad ¿verdad? Supongo que si, algunos regresamos con sangre, otros con cortadas pero al final todo bien y uno tiene que mejorar sus habilidades de golpear y utilizar sus armas, eso amigos soy yo, en cuanto saldría de la escuela iría, ya había buscado por internet un lugar de practicar y lo encontré.

El lugar no estaba muy lejos como lo había pensado aunque igual tenía que caminar mucho, debí utilizar la moto pero pues ni modo, entré al lugar y varias personas me saludaron, uno de los tantos se presentó.

–Muy buenas tardes señorita ¿que la podemos ayudar?

–¿Aquí se practican las armas? —asintió no muy convencido—.

–Sígame.

Caminamos a un lugar un poco abandona de esas personas y me llevo como un gimnasio.

–Antes de utilizar un arma, hay que calentar, ya que cualquiera se puede lastimar o no tener mucha fuerza para levantar una.

Asentí, fui a poner unos guantes de boxeo y empecé a pegar a la bolsa, hacía tanto tiempo que no hago, inclusive en la casa hay una pero con el tiempo se me pasó y ahora lo aprovecharé.

Terminé y el chico quien me atiende se impresiona.

–Vaya, pocas mujeres tienen esa fuerza pero quiero verte utilizar un arma.

Asentí y primero comienzo con las armas filosas, empiezo con el más pequeño hasta el más grande o al menos el más grande qué hay aquí y era el machete, siempre me ha gustado utilizar esa, es gruesa, un tamaño perfecto para mi y algo pesada pero fácil de manejar.

–Sin palabras contigo —sonríe—.

–Gracias —dejé los cuchillos— ¿donde esta la sección de tiro?

–Sígueme.

Obviamente me refería las de pistolas, que más da, el chico me muestra el lugar más abajo donde estuvimos y allí estaba, todas las armas que pueda utilizar. Como hice con la anterior, agarré la más pequeña hasta la grande, claro que me pusieron protecciones, mil cosas qué haces antes de disparar y nadie saldrá herido.

[...]

Me la pasé de maravilla, lo había pagado por internet, las personas que estuvieron allí fueron geniales y muy generosos pero toda felicidad se tiene que acabar y tenía que regresar a casa.

–Nos vemos algún día —me despedí—.

–¡Adiós Erdmann!

Que agradables sujetos. Caminé de regreso a casa y esta vez se me antojó correr hasta llegar. Llegué y miré a un Shawn sentado en los escalones de su puerta, me preocupé y caminé hacia el. Me senté junto a él.

–¿Estás bien? —dije preocupada—.

Shawn levantó su cabeza y me miró muy asombrado, me abrazo muy fuerte, tan fuerte que me cargó y entramos a la casa. Me bajó y empezó a besarme con desesperación. Se suelta y me mira fijamente a los ojos.

–¿Donde estabas? Me preocupé, Aaliyah no sabia donde estabas, tampoco Javier, Allison, James, Kendall, Logan e inclusive Carlos ¿Me puedes decir donde mi... —lo callé besando—.

–Relájate ¿si? Estoy bien —sonreí—.

–¿Donde estabas? —me preguntó y mirándome serio—.

—Suspiré— estuve un lugar de armas —se sorprende— tenía que ir Shawn, hacía tanto tiempo que no practicaba, por poco mato a Christopher sin querer, lo quería sufrir pero no matarlo, por suerte encontré un lugar y allí podré practicar cuando se dé.

Intercambio [S. M.] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora