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-Buen ángulo para captar tu disparejo bronceado- dejé mi móvil de nuevo en mi bolsillo de pijama y luego recibí un manotaso en la frente por mi lindo comentario-. Mi cielo no te estoy ignorando, estoy escuchado lo que estás diciendo.
-¿Y qué estoy diciendo?- me desespere porque venía un zombie a por mí de la nada, aún no manejo bien los botones, y sin querer la ignoré, pero es sin culpa- Ahí está, no me estás prestando atención.
-Bueno quizás no mucha- le puse pausa a la partida y me di vuelta, apoyadome sobre mis codos- ¿Qué estaba diciendo mi princesa? Es más, dejame guardar el progreso y así conversamos todo lo que mi princesa quiera.
-No, está bien, sigue tu juego- hay veces que de verdad no la entiendo -. Es divertido verte jugar porque eres una cosa tierna cuando aparecen los monstruos y los zombies pero quisiera que hubiera otro mando para jugar contigo.
-Eso no será problema por mucho tiempo, mañana compro un mando para ti para que podamos ser el mejor equipo- subí mi cuerpo hasta su abdomen y sople a un lado de su ombligo, eso le da cosquillas.
La señorita Allyson no sabía que esta consola de ps4 venía con un solo mando, y que la de xbox también, y no es por quejarme porque estos regalos son estupendos y no todo el mundo puede costearlos, pero esperaba tener los dos mandos para competir contra mi novia. Lo bueno es que puedo comprar otro mañana, no son costosos por lo que vi en internet, y entonces se armará una buena, hay un juego de lucha llamado Mortal Kombat 7 donde de seguro voy a moler a Camzi y...
-Camila, ¿cuando te vas?-es un pequeño gran detalle que se me pasó. De verdad no pensé en eso durante todo el día, tenerla me da tanta felicidad que no me deja pensar en otras cosas.
-No sé- es sincera su respuesta -. Ven aquí, tenemos que hablar- ella se sentó, su camisa sólo le tapa la parte de su senos, su estomago está descubierto. Voy gateando hasta ella dejando el mando a un lado de la cama, y cuando estoy a su lado cruzo las piernas, esperando lo que tenga para decirme-¿Cómo estás realmente?
-Bien-respondo su extraña pregunta.
-¿Segura?
-Segura Camila- sigo sin entender su pregunta- ¿A qué viene esto?
-En los últimos días has estado recordando cosas, y con esa noticia de tu primo del más allá, ¿no te ha dado algún dolor de cabeza? ¿Nada? Mi cielo ¿Por qué no me lo habías contado? Esto es algo grande e importante.
