- ¿De quién vino la idea?- y complementa de inmediato- De vender los terrenos.
-De todos nosotros como dije, los cuatro en conjunto- mi suegro dice, no tiene buena cara.
-Me parece muy lindo el trabajo en equipo y todo, pero siempre hay alguien quien es el cerebro de la operación- los cuatro padres guardaron silencio, mirándose entre ellos-. Dinah, ¿a ti te ofrecieron algo igual?
-La verdad es que no- se ve perdida justo como lo estoy yo-. Pero si era mi regalo de navidad mejor que lo cambien, ya no tiene gracia- y claro, no pudo faltar una de sus acotaciones tan especiales.
-No pensamos en ofrecerle una parte a ella, ya tiene un hogar que ha estado construyendo y se le ve bastante cómoda, no creemos que lo quiera, y menos si está tan lejos del centro- agrega Milika, tratando de llenar los espacios vacíos.
- ¿Ya le preguntaron? - algo definitivamente leyó que no le gustó, de por si desde que mi señor suegro empezó con el tema su cara se había transformado de sonrisas a muecas- ¿Qué te parecería comprar unos cuantos metros aquí y montar... no sé, un consultorio, algo que te beneficie? O quizás comprarlo y ya, para tenerlo de respaldo. Digo, va a ser tuyo, no importa que vivas en el centro, una vez tuyo nadie te lo quita- y su actitud, tan acida hasta con Dinah que no estaba enterada del asunto.
-Una inversión nunca viene nada mal- Dinah había pensado muy bien antes de responder, la precaución de sus palabras combinaba con sus facciones por no saber lo que venía después.
-Estoy muy de acuerdo contigo- cerró la carpeta, el aire de la fuerza ejercida le movió el cabello-. Hasta para ti Taylor, es una buena inversión, tú que manejas tanto los negocios, todo un tiburón, seguro no dejarías pasar una oportunidad tan buena a este precio, estos son muchos metros al cuadrado por el precio que valen cero- le extiende la carpeta a mi hermana, la recibe sin molestia alguna, y luego de leerla una sonrisa se extendió por su rostro, una de tanta diversión que hasta la señorita Allyson, quien miraba también el contenido de los papeles, le dio un codazo para que se comportara.
-Camila, bastante tentador- esto es raro, ella suele llamarla por su apellido-. Lo firmaría justo ahora, es más, tengo un bolígrafo justo aquí, pero, en todas las hojas está tu nombre y el de Lauren- y le devuelve la carpeta con una sonrisa, haciéndome una señal con las cejas que no logro comprender.
-Revender es legal.
-Karla, basta, no tienes que hacer esto- era serio si mi señorita suegra llamaba a su hija por su primer nombre.
- ¿Qué es lo que estoy haciendo madre?
-Era una respuesta simple, sí o no.
-Pues mi respuesta es no porque el simple contexto de estos papeles me ofende, me parece una grosería y una falta de respeto de tu parte, si, de tu parte, no pretendas que no fuiste tú quien empezó con todo esto- su pecho subía y bajaba, como aquella vez que mantuvo esa fuerte discusión con su madre, sólo que su voz se mantenía en un tono moderado.
Aunque no me sorprendería si eso cambiase, Camila ha desarrollado esto de ir a por las cosas en cuanto las tuviera de frente, ella decía que no había excusa para no matar un parasito si tanto daño te estaba causando en el cuerpo.
Me atreví a tomar la carpeta para revisar qué es lo que la había alterado tanto, no podía intervenir, si no sabía lo que pasaba; bueno, los que si sabían tampoco se atrevían, eso era algo entre ellas, entre Camila y su madre. Mi lado es siempre al lado de mi bonita pero esto es una cuestión de familia y no me gustaría entrar en discordia tenga o no razón. Me fijé que decía nuestros nombres en todas partes, y que tenía la fecha de hoy, primero de julio. No encontraba nada malo en los papeles, porque no tenía ni idea de cómo era un formato para una compra y venta, hasta que me fijé en el monto a cancelar, primero lo leí en números, y después para asegurarme, lo leí como estaba expresado en letras. Una sola cuota, y repito que no estoy enterada de los formatos de compra y venta ni de los precios del mercado, que era demasiado baja para un número considerable de metros que estoy segura expresado al cuadrado en un plano real es mucho.