—Vale, ¿Que dijiste?— se me une McKenzie de improviso. Había decidido ir al baño antes de almorzar, desde que decidí empezar a hacer dos deportes que demandan mucha energía empecé a hidratarme mucho, lo que lleva a que mi preciosa vejiga no aguante tanto el líquido.
—¿Qué dije de que?— entro al cubículo y dejo salir la satisfacción de orinar cuando tienes tantas ganas.
—A Laura, ¿Qué le dijiste?
—Maldición y eso que le dije que disimulara— susurro para mí misma.
—¿Qué acabas de decir?— toca la puerta de mi cubículo— No me importa esperar todo el día aquí.
—Deja a mi pipi salir en paz, me desconcentras— tranquila vejiga, yo te voy a cuidar—. Ahora si, voy a salir, quítate de la puerta— bajé la palanca del inodoro y abrí la puerta—. Vale yo no he dicho nada, ella ya sabía, ¿Te dijo algo malo?
—No, no me dijo nada malo— se volteó y fue en dirección a los lavamanos seguida de mi— ¿Cómo se dio cuenta? O sea mi cabeza no conectó el martes en química cuando las dos con sus risas me levantaron los pulgares— debía apurarme porque quería ya comer mi almuerzo, así que hoy me seco las manos con servilletas, lo siento mucho máquina de aire caliente secadora de manos— y ahora hizo corto circuito cuando le entregué a Lee uno de sus dulces favoritos y ella formó un corazón con sus dedos enmarcandonos a las dos y Lee se dio cuenta y se puso rara— río, Laura y yo somos una porque totalmente habría hecho eso—. No es gracioso Lauren— no puedo evitar salir del baño aún riéndome. La bulla en se incrementa, hay muchas personas en los pasillos a esta hora del día.
—De verdad no le dije nada. O sea si le dije, pero solo porque ella adivinó ya tú sabes que por si sola— debía hablar en clave, estamos rodeadas de mucha gente y como dije, no me gusta ir contando los secretos de los demás aunque lo que pasó con Laura diga lo contrario—. Y Lee está rara desde el lunes, no creo que eso sea por culpa de Laura...
—Hola Lauren— aparece Sean de la nada y por ser cortes no hago que mis ojos se pongan totalmente blancos.
—Hola.
—Al fin puedo hablarte, he tratado toda la semana pero siempre estás inaccesible. Por cierto, te vi en las pistas, corres muy rápido— con que uno de esos admiradores/stalkers tengo ahora.
—Gracias— él está haciendo un gran esfuerzo pues caminar los tres en el pasillo lleno es de verdad un reto.
—Estoy en el equipo de fútbol por si te lo preguntas— no me lo pregunto la verdad—, estaba entrenando y así fue como te vi.
—No me gusta el fútbol.
—¿No? Ehm... ¿Y qué te gusta?— Camz quise decir, pero McKenzie de me adelantó.
—Le gusta comer, con sus amigas, y ya se está acabando la hora del almuerzo— Mc me jalo del brazo hacia ella e hizo esa seña común que hace Dinah cuando quiere sacudir a Camila que al principio me parece grosera pero ahora me da tanta risa.
—Vale, entiendo... Te veo luego Lauren, y espero una respuesta— respiré profundo para no hacer mi cara de ¿qué demonios?— bye McKenzie.
—Chao chao— dijo mi compañera y yo lo despedi con la mano—. Vale Lauren, sigue soltando la sopa.
—A Laura no le importa, le agradan más las personas con nuestros gustos que los que comen pizza con piña— entramos a la cafetería, no sé si es que hoy hay más gente de lo normal o como siempre llego temprano lo siento más vacío—. Y de verdad compró nuestro acto porque creía que estábamos coqueteando— ella se ríe. Visualizo a las chicas en una mesa mientras hacemos la fila para comprar la comida—. Me dijo que ella sabía que no caminabas de su lado de la calle o algo así, pero Mcki, tuve que decirle la verdad cuando dijo que tú gustabas de mi, o sea no lo hice adrede aunque Laura se merece saber desde que estamos en el mismo grupo de amigas y confiamos en ella, y desde luego no podía dejarle ir creyendo que yo soy la que te gusta, porque eso es absurdo, yo no te gusto ¿Verdad?— yo creo que tengo buen ojo para ver eso en las personas, digo, acerté con la señorita Allyson y Taylor, y con Dinah y Normani y viéndola a ella no creo que le guste de esa forma, aunque hay que preguntar de todas maneras por si las dudas.