Nota: no soy profesional ni experimento las situaciones descritas a continuación, si nota alguna incongruencia o sin sentido en este capítulo por favor señale.
—Estás mirando.
—No estoy mirando. Bueno si estoy mirando—¿Qué más da? Soy culpable—, pero estoy en todo mi derecho.
Estando de novia he llegado a la conclusión de que hay dos tipos de amaneceres, con ropa o sin ropa.
Cada uno tiene su encanto. Cuando amanecemos con ropa es cálido de más, al principio extraño para las manos tener contacto con la tela de la ropa, la piel está protegida y tibia; cuándo es sin ropa pues buena suerte a las partes que no alcanzaron a ser cubiertas con las sábanas.
Su piel está helada en algunas zonas, lo que provoca que cuando está saliendo de su estado del sueño se erice, el juego de nuestras piernas es más intenso, super suave, sus pezones están paraditos y sus manos están frías. Así, muchos más detalles que pueden o no estar cada vez que amanecemos juntas, todo es depende del día y de la situación.
Lo único que es igual en cada amanecer, con ropa o sin ropa, es su sonrisa.
Y su intento de cubrirse hasta que esté segura de que no tiene un kilo de legañas en los ojos como dice ella, eso no puede faltar en nuestras mañanas.
—Eres una acosadora viéndome dormir— no sé de qué se queja si le encanta que lo haga. El bono de la situación es que le hago mimos y la admiro, soy multitarea.
—Creí que te gustaba, cuando lo hizo el vampiro de Twilight no vi que te quejaras— vimos esas películas y coincidimos que Bella debió haberse quedado con Alice.
—¿Cómo traes eso a esta bella mañana?— a ella le había gustado la saga al principio, luego a vio de nuevo conmigo, y se dio cuenta de lo mala que fue.
—Tu eres la que lo sigues trayendo, acabas de decir Bella— mi risa por su cara de fastidio es cortada por sus labios—. Tu lo que eta e asi polque no te he moldio yo.
—Es imposible tomarte en serio cuando dices esas cosas— era ella la que se reía ahora—. Pero puede que tengas razón.
—Venga paca pa moldelte.
Me la comí a besos, que luego todo se convirtió en cosquillas, es mucho más fácil acceder a sus zonas sensibles cuando está desnuda. Teníamos un tiempo estimado para esto, a veces abusabamos y nos pasábamos un poco, pero para mí este tiempo aunque me parezca muy corto es valioso, es despertarme junto a ella cada día y cada día hacerle sentir lo mucho que la amo y la aprecio. A veces nos desviamos un poco y tenemos algo de acción mañanera, eso también cuenta como amor y aprecio.
Hoy estaba un poco nerviosa, tenía la prueba en pareja con Lela de cálculo en el primer período, que me sabía muy bien el contenido y no tenía gran inconveniente pero no está de más ponerme nerviosa, no soy perfecta y puedo fallar, lo que haría fallar a mi amiga porque siendo honesta, aunque la haya ayudado un montón a estudiar el cálculo no es para ella.
—Camila, si me siento bien hoy ¿Puedo faltar a terapia?— íbamos en el auto, hoy es miércoles y me tocaba ver a la doctora cómo todas las semanas.
—No lo sé amor, llevas pocas sesiones, ¿Sientes que ya no tienes que ir?— ofrece su mano para que la tome— No tienes que hacer nada que no quieras ¿Vale? No es obligatorio.
—No, no, yo voy con mucho gusto, me han ayudado demasiado las sesiones con la doctora— además de que paso la tarde de bomba, cuando no estoy llorando o con un ataque, hablando con una desconocida sobre mi vida—. Pero es que ya sabes que día es hoy, lo colocamos en nuestro calendario con muchos corazones.