Capítulo 09

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Samantha

Domingo, lindo día para descansar completamente.

Me levanté y me dirigí al baño para tomar una buena ducha, hoy tenía planeado salir a almorzar fuera de casa y recorrer un poco la ciudad.

Me puse una falda con forma tubo, negra, y una blusa blanca.
A mi cabello lo dejé suelto, y me puse unos tacones negros.

Una vez lista, bajé a desayunar y prendí un poco la televisión para ver qué noticias había. Aunque no me gusten mucho las noticias, es bueno estar bien informado sobre lo que pasa a tu alrededor.

En la televisión apareció el rostro de Christian. Genial. Al parecer lo único "importante" para los periodistas, es estar pendientes de su vida.

A su lado aparece Camille, sonriendo como una idiota. Al parecer las cosas van bien entre ellos.

—Se los ve bien a ambos, —dice una periodista. —al parecer la otra chica con la que él había estado cenando en un restaurante, era sólo uno de sus tantos juguetes, con los cuales solo pasa una noche.

¿Cómo se atreven a decir algo así? Estúpidos reporteros chismosos.

Yo no soy juguete de nadie, y menos de alguien como él.

Los odio a todos.

—Aquí tenemos a Camille con nosotros, —prosigue, entusiasmada. —la chica actual con la que el empresario Christian Smith se encuentra. Dinos, Camille, ¿cómo es la relación que tienes con él? —le pregunta a Camille.

Ella sonríe antes de comenzar a hablar.

—Bueno... estamos muy bien juntos. Nuestra relación es muy bonita, y estaremos juntos para siempre. —dice mirando a la cámara.

—¿Y qué opinas sobre ese rumor que salió, donde afirmaban que Christian estaba en una relación con una señorita llamada Samantha Miller? ¿Fue cierto? —Camille bufa un poco molesta.

—Fue todo mentira. —dice riendo. —Él jamás estaría con alguien como ella.

Siento algo extraño dentro de mí al oír sus palabras.

—lgún idiota se encargó de decir esas tonterías. Christian y yo estamos juntos, y eso es lo único que importa. —dice.

—Bien... Hay otra pregunta que te quiero hacer, ¿es cierto que tú, en un ataque de celos, destrozaste el auto de esta chica? —le pregunta la reportera seria.

Claro que no. Ya te dije, esa chica no vale nada, por lo tanto, sería una estupidez ponerme celosa de ella. Yo soy mejor que ella, y siempre lo seré. Jamás destrocé ningún auto. Nunca nadie podrá quitarme lo que es mío. —dice con aires de arrogancia.

Apago la televisión y me quedo en silencio.

No puedo hacer de cuentas que lo que ella dijo no me afectó, porque la realidad era otra. Me dolió un poco oír lo que dijo: que yo no valía nada.

Aunque por otro lado, estaba más tranquila sabiendo que ella había dejado las cosas claras sobre ese falso rumor.

Pero, en fin, no tengo que pensar en eso.

Mi Otra Mitad ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora