Mi Otra Mitad ©

Capítulo 17

Samantha

Tengo que pensar en algo para hacer pagar a Christian. Pero no se me ocurre nada.

¡Piensa Samantha, piensa!

—¿Qué te pasa? —habla Hannah. —Desde que nos subimos al auto no has dejado de golpear el volante como si quisieras matar a alguien.

Estábamos yendo hacia la empresa. Era lunes, por lo que teníamos que trabajar.

—No me pasa nada, sólo... no me quiero cruzar con Anne. —le digo y ella suspira.

—Sí, opino lo mismo. Tengo ganas de golpearla por todo lo que dijo. Quizás es ella quien se acuesta con todos para llamar su atención. —inquiere con enfado.

Llegamos y bajamos rápidamente. Nos dirigimos hacia la entrada, donde logré divisar a Anne en la recepción.

Al vernos, ella camina hacia nosotras.

—Hola. —dice sonriendo, y yo frunzo el ceño.

—¿Nos hablas a nosotras? —me hago la desentendida.

—Sí, claro. ¿A quién más si no?

Yo suelto una carcajada.

—Ay, Anne, me sorprendes. —me cruzo de brazos. —No pensé que tuvieras las agallas para hablarme después de todo lo que me dijiste la otra noche. —ella se queda seria.

—No nos vuelvas a hablar, Anne, porque ya no somos amigas. —le advierte Hannah. —Es más, creo que nunca lo fuimos. Porque una verdadera amiga no le hablaría de esa manera a otra.

—Tienen razón, solo las saludé por respeto. Soy una profesional, sé cómo comportarme delante de la gente. —nos dice, haciendo una mueca. —Ustedes jamás fueron mis amigas, sólo... unas tontas que se metieron en mi camino. En especial tú, Samantha.

Yo suelto un sonoro suspiro.

—Me quitaste a Matt, pero eso no será por mucho tiempo. Él será mío y tú volverás a ser la misma estúpida de siempre. —me amenaza. —No te metas en mi camino, o vas a terminar igual que tus padres: muerta.—sonríe.

—¡Anne! —le grita Hannah. —¡Cállate!

—Oh, ¿qué pasó? ¿Te dolió? —me murmura. —¿No vas a decirme nada?

—No menciones a mis padres. —le advierto.

—¿A caso dije mentiras? —sigue. —Están muertos, ¿no? Tú misma nos lo dijiste.

—Cierra la boca. —espeto.

—¿Quieres seguir su camino? Hazlo, porque aquí solamente me estorbas.

Intento controlarme pero no lo consigo, mi puño impacta contra su nariz.

—¡Vuelve a decir algo como eso y te juro que las vas a pagar! —le grito enojada.

—¡No merezco que me traten así! ¡Yo las consideraba mis amigas! Pensé que eran diferentes. —dice elevando la voz mientras toma su rostro entre sus manos.

—¡Eres una maldita! ¿Cómo te atreves a decir algo así? —Hannah es interrumpida por una voz masculina.

—¿Qué sucede? —le voz de Christian nos interrumpió. —¿Por qué estás llorando Anne? Tu nariz. Estás... sangrando. —le dice mientras llega a su lado.

También viene Matt y se acerca a ella preocupado.

—¿Podrían decirme qué está pasando? —pregunta ahora Matt, desesperado.

Ella no tenía que mencionarlos. No sabe absolutamente nada sobre ellos.
Además, me amenazó. ¿Cómo podía quedarme tranquila y sin reaccionar?

—¿Por qué estás golpeada, Anne? ¿Quién fue? —nos pregunta Matt, mientras nos observa a ambas.