/Draco Malfoy/Dolor, desesperación, miedo a la muerte, sufrimiento, venganza y culpa. Estos eran pocos de los sentimientos que te dejaban como consecuencia ser un Mortífago.
Las cosas en Hogwarts eran aparentemente normales al inicio del año, pero yo sabía que no sería así por mucho tiempo pues tenía una tarea que cumplir. Y no era cualquier cosa ya que el Señor Tenebroso en persona me había pedido hacerlo.
Acepté más que nada por miedo, me atemorizaba lo que mi Padre pensara de mí si no lo hacía, o peor aún, lo que podría pasarle a mi Madre de no aceptar.
Era un trabajo sencillo pero por dentro la culpa y la desesperación me comían.
Una extraña noche tras una horrible pesadilla no pude más y salí en la madrugada a la Sala Común de Slytherin. Necesitaba despejarme, algo que me hiciera sentir mejor y por nada del mundo lo había hallado, hasta que ella llegó.
Miraba por la ventana el gran lago cuando escuché un ruido tras de mí. Al girarme para ver descubrí que era una chica, también de Slytherin, la misma del tren, la misma de la cena.
-Lo lamento, mi intención no era asustarte- se disculpó.
-No te preocupes- hice una mueca de lado, traté de restarle importancia, pero ella insistió en seguir charlando.
-¿Tú eres Draco Malfoy?- preguntó no muy segura.
-Así es- respondí con un toque de arrogancia.
Me alegraba que una chica tan linda supiera quién era. ¿Pero quién podría dejarme pasar por desapercibido?
-Genial, tu Padre debe conocerme. Yo soy Aubry Illuminot- extendió su mano.
La tomé y reí un poco avergonzado.
Mi Padre.... Espero que ella no sepa en dónde se encuentra ahora.
-¿Y en todo este tiempo no nos habíamos conocido?- pregunté.
Ellas se encogió de hombros.
-No suelo ser el centro de atención pero tú sí- sonrió haciéndome sentir de una extraña y cálida forma. -¿Y qué haces despierto tan tarde?- me miró curiosa.
-Pesadillas- confesé de lo cual me arrepentí casi al instante pues no solía mostrarme tan débil y menos con alguien que casi no conocía.
Esperaba que se burlara, hiciera una broma o algo por el estilo. Estaba acostumbrado a que Pansy fuera así y era probablemente la única chica con la que hablaba.
-Oh, creo que puedo ayudarte- se acerco a uno de los sillones y tomó asiento en una esquina. -Claro, si me dejas hacerlo- se encogió de hombros una vez más.
-Supongo que estará bien- contesté y esperé sus instrucciones.
Me indicó que tomara asiento junto a ella.
-Vamos recuéstate- ordenó.
-Oye, no creo que...
-Confía en mi- una vez más su cálida sonrisa me paralizó así que obedecí no muy seguro.
Mi cabeza se encontraba sobre su regazo. Me sentía completamente ridículo e incómodo y al sentir como sus manos comenzaban a tocar mi cabello me tensé por completo, no estaba muy acostumbrado a las muestras de afecto. ¿Esto cuenta como una?
-Relájate, mi madre solía hacer esto cuando me encontraba inquieta, te aseguro que te ayudara a dormir pronto- dijo y continuó acariciando mi cabello, una y otra vez en la completa oscuridad de la Sala y rodeados por el silencio.
Y tuvo razón, comencé a sentirme mejor, relajado, protegido y finalmente caí rendido.
Desperté en cuanto comencé a escuchar ruido a lo lejos. Abrí mis ojos y para mi sorpresa ella ya no estaba, sólo me hallaba yo en la Sala Común.
Fui directo a mi dormitorio antes de que el resto de chicos se levantaran y me alisté para el desayuno.
ESTÁS LEYENDO
La Sangre De Un Mortífago {Draco Malfoy}
FanfictionEn su sexto año a Draco se le es encomendada una tarea de suma importancia y dificultad. Las cosas se complican aún más cuando conoce a una chica que aparentemente lo distrae, pero todo está apunto de acabar. La historia que nace de ellos implica má...