En su sexto año a Draco se le es encomendada una tarea de suma importancia y dificultad. Las cosas se complican aún más cuando conoce a una chica que aparentemente lo distrae, pero todo está apunto de acabar.
La historia que nace de ellos implica má...
Bajé de inmediato para encontrarme a Draco devorándolas en la mesa.
-¿Qué?- preguntó con la boca llena. Me limité a reír y acompañarlo.
La Navidad había llegado y nada me alegraba más que estar junto a él
Los elfos habían preparado un gran banquete para el desayuno, lo tomamos con calma con mis padres, a decir verdad fue algo agradable.
Después de ello mi Padre nos dejó solos en la sala para que pudiéramos abrir los regalos que nos habían llegado.
Y vaya que eran muchos.
Entre ellos había un extraño suéter color verde con una gran A, venía con una nota:
"Para mí vieja amiga, ojalá retomáramos nuestra divertida amistad del pasado
-Fred Weasley PD: Cuidado que la nota explota"
Al leer aquello último, la nota hizo una explosión de chispas de colores en mis manos.
Draco rió al ver mi cara.
Mis padres me habían regalado una nueva Nimbus ya que la vieja la había destruído al intentar dar una alocada pirueta, algo que no se me daba muy bien.
Tenía un par de tarros de galletas con forma de casitas y dos collares con perlas, también de ellos.
-Mi turno- dijo Draco mirándome.
-¿Me compraste algo?- pregunté emocionada.
-Sí pero tienes que cerrar los ojos- ordenó y así lo hice. -Escucha, no sabía que regalarte hasta que tuve una idea y mande a uno de los Elfos pero el muy tonto tuvo un error así que te compré otra cosa ayer, esta vez mande a Bronx, tu elfo. Sólo espero que te guste- suspiro y escuché como se alejaba para después hacer un poco de ruido y regresar. -Listo, abre los ojos-
Así fue y delante de mí había una caja algo grande y encima una más pequeña.
Tomé la pequeña en mis manos y la abrí con cuidado quitando el envoltorio que lo cubría, al quitarle la tapa me detuve a mirar el contenido.
Era un anillo dorado con dos serpientes entrelazadas.
-Sabes, no estoy muy seguro de lo que pasa entre nosotros pero con esto me gustaría hacer oficial el que estemos saliendo juntos- dijo mientras lo tomé para mirarlo más de cerca.
-Es muy lindo- sonreí y besé sus labios tomándolo por sorpresa.
-Me alegra que te guste.
Asentí e iba a ponérmelo pero algo en el interior del anillo resaltó. Tenía nuestros nombres grabados.
-Aubry y ¿Dracu?- reí.
-Sí, te dije que el elfo se había equivocado- miró avergonzado hacia otro lado. Me lo puse sin decir más.
-Aún queda otro obsequio- dije mientras abría la caja más grande y aquello también me sorprendió.
Era una pequeña lechuza, tan pequeña que cabía en una de mis manos, se notaba que era un bebé aún ni siquiera voló, sólo me miró asustado.
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-Draco.....- me miró asustado. -Esto significa mucho para mí- sonreí de una manera en la que no solía hacerlo.
-Tú significas todo para mí- acaricio mi mejilla sorprendiéndome.
Quién diría que algún día lo vería comportándose así.
-Es mi turno, te compré algo también- dije mientras tomaba un empaque de un costado y se lo entregué. -Ábrelo-
Hizo lo que pedí y sonrío al ver el brazalete negro de cuero que decía "Malfoy".
Me pidió ayuda para ponérselo y extendió su brazo izquierdo, pero por alguna razón la quito bruscamente y extendió la otra mientras se levantaba la camisa para que no me estorbara al ponerle el brazalete.
-Listo- dije y besó mi mejilla.
Pero eso no fue todo lo que recibió, su Madre le envió una hermosa chaqueta y un par de camisas negras, mis favoritas.
Mi Padre le dio una botella con su bebida favorita, algo extraño y mi Madre una corbata con los colores de Slytherin.
