/Draco Malfoy/Esa misma tarde al volver a casa, la cena estaba por comenzar así que ambos fuimos a nuestras respectivas habitaciones a arreglarnos.
Extrañaba tenerla junto a mí, y eso que había pasado todo el día junto a ella.
Pero nada era suficiente.
Me alisté vistiendo lo mejor que tenía y bajé las escaleras para esperarla. La gente ya había llegado y eso realmente era una fiesta.
Caminé hacia el jardín esperando ver a alguien conocido.
El Padre de Aubry se acercó a mí con un vaso en la mano. Me miró completamente y sonrió, supuse que era un tipo de aprobación.
-Lucius y yo solíamos beber esto- dijo alargándome el vaso con un extraño contenido oscuro. -No preguntes qué es, solo disfrútalo- finalizó con un trago.
Lo imité aunque el mío fue de menor tamaño pues inmediatamente sentí el ardor en mi garganta. ¿A caso quería matarme?
-Aubry me hablo bien de ti y no lo dudo, tu familia es grandiosa, me alegra que seas tú quien está con ella y no ese tal chico de cabello alborotado.
¿A quién se refería? ¿Fred Weasley? Noté como se miraban en la tienda.
-También me alegra ser yo- dije sonriendo victorioso.
-Bien, solo cuídala- miró a su alrededor. -Te dejaré solo un minuto, hay invitados que atender- comentó y se fue.
Yo me quedé ahí, mirando a la nada, esperando con un extraño vaso un mi mano, recargado junto a la jardinera.
Hasta que ella llegó.
Tengo que admitir que se veía impresionante, aún más que cualquier día.
Traía un vestido blanco y resaltaba su oscuro cabello, al igual que sus ojos.
-¡Wow!- dijimos los dos al mismo tiempo cuando estuvimos de frente.
Reí por eso.
-Te ves hermosa- sonreí como un bobo y no pude contenerme.
-Tú te ves muy guapo- guiñó un ojo causando que una extraña sensación recorriera mi espalda.
Tomé su mano y nos dirigimos a una gran y larga mesa, todos ya habían tomado asiento faltábamos nosotros.
Mi Madre me dedico una sonrisa al ver cómo le ayudaba con su silla. Sabía que los buenos modales para ella eran muy importante.
Sus padres dieron un pequeño discurso y después ofrecieron un gran banquete el cual los elfos traían.
En el transcurso de la cena platicamos sobre cómo nos iba en Hogwarts hasta que la platica cambio a algo más complicado, algo en lo que obviamente no estábamos envueltos pues no entendíamos nada.
-¿Así que tenías una lechuza?- pregunté a Aubry aprovechando que nadie nos ponía atención. Su sueño se frunció confundida. -Vi como mirabas ayer a esas aves y no he visto ninguna alrededor de ti- finalicé.
-Si, tenía una- soltó después de unos segundos. -Era de mamá y ella me la regaló, hace un par de años murió de causas naturales y mis padres no quisieron comprarme otro, se supone que la tradición es que te regalen uno como símbolo de lealtad- me miró con una pequeña y forzada sonrisa. -Es extraño no tenerla conmigo, era mi compañía siempre- volvió su mirada al frente.
-¿Cuál era su nombre?
-Edwarn
Lo único que pude hacer fue asentir dando por concluido todo. Se veía que realmente quería esa ave.
Al finalizar la cena nos dedicamos a despedirnos de todos, incluso de mi Madre ella volvería a casa y yo me quedaría el resto de las vacaciones.
-No vayas a fallar con tu tarea cariño- fue lo último que susurró en mi oído antes de marcharse.
Valla, justo tenía que recordármelo.
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La Sangre De Un Mortífago {Draco Malfoy}
FanfictionEn su sexto año a Draco se le es encomendada una tarea de suma importancia y dificultad. Las cosas se complican aún más cuando conoce a una chica que aparentemente lo distrae, pero todo está apunto de acabar. La historia que nace de ellos implica má...