La Sangre De Un Mortífago {Draco Malfoy}

Capítulo 7: Bosque

/Draco Malfoy/

Teníamos clase en las afueras del castillo, en medio del bosque. Caminaba al frente y tras de mí venían Pansy, Blaise, Theo, Goyle y Crabbe.

Pasamos muchos árboles y horribles plantas hasta que llegamos a una parte en la cual el profesor nos esperaba y comenzó a dar su clase.

Hablaba y hablaba sobre criaturas mágicas y peligrosas pero me aburrí y tomé asiento en un tronco. Los chicos me miraron y me imitaron.

-Abran todos su libro en la página 97- mencionó a lo lejos. -Me entregarán un trabajo escrito por parejas a cerca del tema. ¡Vamos tienen 20 minutos!

-No lo haré- admití rodando los ojos frente a mis amigos. Era algo de lo que no me preocuparía. Ellos asintieron apoyando mi decisión.

-Oh, yo no traigo mi libro- oí a alguien quejarse a mis espaldas, me giré para ver mejor.

Era Aubry.

-Yo puedo prestarte el mío si trabajamos juntos- me paré de inmediato junto a ella. Oí las risas de mis amigos por detrás pero las ignoré.

-¿Seguro?- lanzó una mirada que me dejó sin aliento.

-Totalmente.

Nos habíamos apartado un poco de los demás pues sus amigas y los míos no dejaban de comentar al respecto, lanzar miradas y sonrisas.

Trabajábamos en silencio, intenté terminar lo más rápido posible para tener tiempo a solas con ella.

-¡Listo!- dije entregándole mi parte para que la uniera a la suya.

-Gracias, el mío está casi listo solo tengo una duda- miro su hoja confundida.

-¿Necesitas el libro?

-Creo que sí

-Vamos, acércate- dije abriendo el libro que tenía en mis manos, aprovecharía el momento para estar más cerca de ella. Se sentó justo al lado de mí y miró uno de los capítulos. Yo solo la miraba a ella.

-¡Oye Draco!- escuche a Blaise llamar a lo lejos. Dirigí mi mirada hacia él y vi que solo hacía extrañas señas. Pronto se le unió Pansy y los dos reían.

Me limité a fulminarlos con la mirada y seguí con lo mío, ya tendría tiempo para vengarme.

Aubry anotó un par de cosas más en la hoja.

-Terminamos- dijo levantando su mano para que yo la chocara con la suya y eso hice.

Nos levantamos para entregarlo, en cuanto el profesor lo tuvo en sus manos nos dijo que éramos libres y podíamos retirarnos así que volvimos por nuestras cosas al lugar en el que estábamos y nos fuimos.

-Gracias por ayudarme con el trabajo- comentó después de unos minutos de caminata en silencio.

-No fue nada, realmente quería trabajar y necesitaba una compañera- mentí totalmente, no quería trabajar por nada del mundo, excepto por ella.

-Eso no es problema para ti- rió. -Tienes muchas admiradoras incluyendo mis amigas- me miró de reojo.

-¿A sí? Y ¿qué hay de ti?- pregunté esperando una respuesta que me agradara.

-No, yo no, eres mi amigo ¿cierto?

-Supongo y si es así ninguna de esas chicas me importa- contesté y me miró confundida.

Solo sonreí por encima.

Al llegar al castillo nos separamos y caminamos en direcciones contrarias, apuesto a que la dejaría pensando un rato con lo último que dije.