*Capítulo 32: Noticias

8.5K 601 20
                                    


/Draco Malfoy/

Las órdenes de Voldemort eran traer a las familias de sangre pura como Mortífagos, si ellos se negaban les harían pagar el precio de la traición, o al menos eso mi Madre me había dicho.

En la Mansión las reuniones eran cada vez más tranquilas, pero una noche mi Padre recibió una carta.

"Lamentamos informar que su socio y gran amigo ha muerto, la familia Illuminot se vio comprometida y posteriormente acabada, aunque según nuestros informes uno de los integrantes logró escapar con ayuda de su elfo doméstico. Su paradero es desconocido.
Nuestras más sinceras condolencias por tal noticia"

-¿Qué?, ¡Tiene que ser una broma!- estallé furioso después de escucharlo leerla. Para mi fortuna estábamos él, mi Madre y yo en la sala, a solas.

Sentí un hueco en el corazón, algo que no sabía cómo describir y también sentía miedo. No quería perderla y ahora no sabía si ya lo había hecho.

Comencé a patear algunas cosas furioso. No dejaba de pensar en lo que le pudo haber pasado. Estaba enojado con todos y en especial conmigo. No pude protegerla.

-¡Draco Lucius Malfoy!- Mi Padre llamó. -Largo de aquí- dijo señalando las escaleras. Imposiblemente me había mandado a mi habitación, al menos tendría un momento a solas.

Dos horas más tarde mi Madre entró al cuarto.

-Draco cariño- dijo sentándose junto a mi. Estaba recostado en la cama sólo que le daba la espalda. No quería que ni ella me viera llorar.

-Debí quedarme- dije.

-¿Con quién?- preguntó acariciando mi hombro tratando de consolarme.

-Con Aubry, ahora no sé si esté viva- contesté. El silencio se hizo presente de ambas partes. -Yo.... Creo que la amo- confesé asustado.

-Vamos Draco, no pierdas la esperanza. Sé que es una chica fuerte, y si ella también te quiere te tendrá en mente, cosa que la hará luchar hasta el último segundo.

-Es raro que hables de esperanza en tiempos tan difíciles- comenté algo frío, molesto más que nada.

-Lo sé, pero ¿qué crees que me mantiene firme y apoyando a tu Padre?- finalizó y luego escuché la puerta cerrarse tras de mí.

Esta era la clase de conversaciones que mi Madre y yo sólo teníamos a escondidas de mi Padre. No éramos tan sentimentales a excepción de unas pocas veces.

Los días pasaron y el silencio se hizo presente.

Teníamos reuniones por las tardes con Él y siempre nos sentábamos en silencio a ver cómo torturaba a todo aquel que le fallara, haciéndome sentir más miedo.

Un día me encontraba en mi habitación en silencio. Más tarde bajé a la sala, me sentía ligeramente más tranquilo aunque cada vez que la recordaba mi corazón latía con fuerza.

Me encontré con que el Señor Tenebroso hablaba con mi Padre.

-Draco- sonrío con malicia al verme. -Hablaba con Lucius sobre algo que te alegrará saber- camino hacia mi. -Necesito que hagas otra tarea por mi- estiró su mano entregándome mi varita la cual me había quitado días antes cuando me descontrolé.

La tomé y me quedé inmóvil. Esperaba no tener que matar a nadie más.

-Encontramos a tu novia viva- se burló. -Tu tarea es convencerla de unirse a nosotros y NO puedes fallar- finalizó y se fue.

Me quedé en silencio analizando sus palabras.

-No vayas a arruinarlo todo. El Señor Tenebroso decidió perdonar tu fracaso- habló mi padre. -Trae a esa chica, tu novia y....

-¡No le haré esto!- inquirí molesto. Podía notar su tono de asco al hablarme y eso me enojaba.

-Me importa un carajo solo tráela- me empujó y se fue.

Mi mente se encontraba confundida. Estaba molesto y alegre de saber que seguía con vida.

Más tarde me preparé para salir esa misma noche a buscarla, sabía en donde podría encontrarse.

La Sangre De Un Mortífago {Draco Malfoy}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora