La Sangre De Un Mortífago {Draco Malfoy}

Capítulo 10: Snape

/Aubry Illuminot/

Busqué por todo Slytherin a Draco hasta que decidí salir a buscarlo en otro lugar, lo encontré en la biblioteca a horas no muy convencionales. Se supone que ya todos dormían menos tal vez nosotros.

Todo estaba oscuro excepto por aquel lejano punto donde se encontraba.

-Lumos- dije haciendo encender mi varita y asustándolo un poco cuando estuve a su lado.

-Creí que eras Snape- me miró confundido. -Digo, el profesor Snape.

-¿Te han dicho que eres muy extraño?- pregunté sentándome en sus piernas.

Se tensó de inmediato.

-¿Qu...qué haces?- se notó más que su nerviosismo.

-Sólo quiero que te relajes, te la pasas molesto todo el día, de un lado a otro, caminando muy sospechoso y desapareciendo entre clases, creo que estás un poco estresado y debes dormir- comenté mirándolo a los ojos.

-Si pero ¿por...por qu....qué estás sentada sobre mi?- tragó saliva.

-¿Me hubieras hecho caso si estuviera del otro lado de la mesa?- señalé el otro extremo. - Ya no lo haces, ni siquiera me miras a veces- finalicé.

-Buen punto, bien jugado- dijo pasando sus manos en mi cintura.

-Eh, alto, no intento tener nada más contigo por hoy- comenté sonriendo divertida.

Y era cierto, no tenía malas intenciones con él, era verdad que me atraía y mucho pero no era el lugar ni el momento indicado para nada, además me encontraba muy preocupada por su comportamiento, pareciera que algo lo consumía, incluso escuché a sus amigos admitirlo por los pasillos.

-"No por hoy", eso suena a una promesa- sonrió maravillado. Al menos lo había hecho sentir un poco mejor.

Nos quedamos en silencio mirándonos por unos cortos minutos hasta que escuchamos ruido afuera.

-Nox- dijo y la luz de nuestras varitas se apagaron.

La oscuridad nos invadió y pude sentir el latir de su corazón cuando me acurruqué más hacia él. Definitivamente tenía miedo, podía sentir su temor y estaba segura que no sólo en ese momento sino últimamente siempre se sentía así.

-Lumos- dijo alguien y esta vez sí apareció Snape fulminándonos con su mirada.

-Par de pervertidos- dijo y se fue sin más.

-Woah, ¿por qué no nos mató?- pregunté confundida. -Me asusta más saber que el profesor Snape no nos dirá nada....por ahora- me levanté y estiré mis piernas. -Debes dormir Malfoy- ordené y me largué antes de que dijera algo o me metiera en problemas por estar ahí.

A la mañana siguiente me negaba a entra a la clase de Snape, era una locura, sabía que ese hombre se desquitaba tarde o temprano y en mi caso era tarde. Lo peor era que no solo Slytherin estaría ahí, si no también Griffindor. Pero mis amigas me obligaron a hacerlo.

Todo comenzó normal él pasaba unas aburridas diapositivas sobre extrañas criaturas y todos apuntábamos lo que decía. De pronto cerró su libro con algo de fuerza, llamando la atención de todos y nos apuntó.

-Señor Malfoy, Señorita Illuminot, pasen al frente- ordenó.

Ambos nos volteamos a ver asustados e hicimos lo que nos pidió. Todos nos miraban curiosos por averiguar lo que pasaba.

-Les pediré que continúen dando la clase- dijo y tomó asiento en su escritorio.

Draco me miró y soltó una risita, le di un codazo discretamente.

-Profesor, no sabemos de qué trata- intenté sonar respetuosa para no hacerlo molestar.

-Creí que ambos sabían, anoche estaban a solas en la biblioteca a altas horas de la madrugada en medio de la oscuridad. Supuse que estudiaban la clase de hoy- comentó arrogante y con sarcasmo.

Todos comenzaron a susurrar cosas entre ellos. No pude evitar sonrojarme.

-Lo lamento profesor, pero estábamos ocupados con otros asuntos- contestó Draco igual de arrogante, me tomó de la cintura y me acercó a él. -Ahora, si nos disculpa....- tomó mi mano y volvimos a nuestros lugares.

Todos los chicos comenzaron a vitorear con ello, algunas chicas se veían molestas, mis amigas estaban emocionadas y el trío de oro simplemente tenía la boca abierta, todos tan incrédulos por lo que él había contestado, incluso yo.