/Draco Malfoy/Crabbe tenía al menos diez pastelitos frente a él y aún no decidía cual comer. Sólo balbuceaba cosas que nadie entendía.
Había ya terminado mi desayuno por lo que preferí salir a seguir soportando a ese idiota, por alguna razón me encontraba malhumorado y para el colmo aquello me había exasperado y molestado en cierta forma. ¿A caso no podía comportarse como uno de mis amigos con algo de porte, clase y elegancia?
Caminé por los pasillos cuando me topé con ella de nuevo. Inmediatamente sonreí y olvidé por completo lo demás.
-Draco- dijo notablemente feliz por nuestro encuentro.
-Aubry- saludé notablemente el doble de feliz por nuestro encuentro. -Gracias por ir a la practica el día de ayer- agradecí nervioso.
-No fue nada, ya sabes si no iba, un lindo chico de cabello platinado seguiría atormentándome hasta aceptar.
Ambos reímos.
"Lindo chico" mi mente lo repitió pero pudo haber sido mi imaginación.
Platicamos por unos minutos más hasta que nos despedimos para seguir nuestro camino.
Había olvidado a dónde me dirigía o lo que haría así que volví gustoso con mis chicos.
Todo marchaba con tranquilidad pero pasadas las seis me dirigí a la Sala de Menesteres y continué con mi trabajo de reparación. Aunque era casi inútil, no estaba tan seguro de lo que debía hacer.
En la noche algo me despertó.
"Muerte, era mi madre quien yacía en el piso".
Una vez más me dirigía a la Sala Común y cuando llegué ella brincó del susto.
-Perdona- reí.
Aubry sólo se acercó a darme un golpe en el hombro.
-Perdonado- sonrió y se dirigió al sillón, tal como lo había hecho la otra noche.
Esta vez no espere sus indicaciones, pero si lo dudé por un segundo. Me había recostado y ella acariciaba mi cabello. Admito que me agradaba la cercanía.
-¿Sabes reparar armarios?- pregunté curioso.
-¿Estás reparando alguno?
-No, bueno sí, es algo así como un trabajo que tengo que hacer en lugar de mi Padre, ya sabes él está ocupado y....
-Lo sé, es todo un hombre con una agenda apretada- sonrió.
-Bueno si....
-No Draco, no sé reparar armarios- bajó la mirada hacia mí. Se veía extrañamente linda desde ese ángulo.
-No importa- realmente no me importaba eso, solo quería entablar una conversación, algo más fuera de la extraña situación en la que estábamos.
Se encogió de hombros dado por terminado aquel tema.
-¿Puedo preguntar de dónde se conocen nuestros padres?- me incorporé para mirarla de frente.
-De aquí, específicamente Slytherin- señaló a nuestro alrededor. -Eran compañeros, posteriormente amigos y juntos hacían planes y cosas extrañas, mi padre no me cuenta mucho pero si dice que le debe todo lo que ha hecho gracia a Lucius- me miró como si me examinará a detalle.
-Apuesto a que también se despertaban en las madrugadas a charlar- ambos reímos.
-No lo sé, eso suena a que sólo es nuestro- se sonrojó y miró para otro lado tratando de esquivarme.
-Oh....- yo también miré a otro lado un poco incómodo.
"Nuestro" nadie nunca me había incluido en su frase, no estaba acostumbrado, pero me gustó demasiado.
Volví a recostarme y me dediqué a mirarla hasta el más mínimo detalle mientras ella seguía acariciando mi cabello y jugando un poco con el.
Sus ojos eran de color oscuro, tenía una mirada muy intensa por ello. Su piel era blanca, casi tan blanca como la nieve e incluso más que la mía, sus labios eran grandes y rosados y finalmente su cabello era negro, perfectamente lacio y sedoso.
Caí en un profundo sueño y lo único que había en mi mente era su imagen a la perfección.
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La Sangre De Un Mortífago {Draco Malfoy}
FanfictionEn su sexto año a Draco se le es encomendada una tarea de suma importancia y dificultad. Las cosas se complican aún más cuando conoce a una chica que aparentemente lo distrae, pero todo está apunto de acabar. La historia que nace de ellos implica má...