/Draco Malfoy/En la Mansión había mucho movimiento ultimamente, al parecer las familias más importantes de Sangre Pura se habían juntado para llegar a un acuerdo, mis padres estaban ahí por lo que nos dijeron lo que pasaría:
Tomarían de una vez por todas el Ministerio de Magia y ejercerán control sobre él para lograr su cometido, la dominancia de la pureza. Aquello se haría poco a poco pero el comienzo estaba cerca.
Se formaría una Comisión de Registro de Hijos de Muggles, con el objetivo de discriminar a todos aquellos que no tengan parientes mágicos cercanos, y la asistencia a Hogwarts era obligatoria, para así tenerlos bajo vigilancia.
Estuve ocupado la mayor parte del día por lo que no vi a Aubry en ningún momento. Supuse que estaba en mi habitación encerrada.
Subí las escaleras en cuanto pude y me dirigí al cuarto pero me detuve en seco al escucharla llorar desde el otro lado de la puerta.
La abrí con cuidado y entré sin hacer ruido, ella no lo notó. Estaba sentada en el piso, recargada en la cama con su cabeza escondida entre sus brazos.
No supe si acercarme o irme pero estaba seguro de que necesitaba apoyo, me necesitaba.
-Tranquila- fue lo único que logre decir mientras me sentaba frente a ella y acariciaba sobre su hombro.
Pero no me miró, de hecho que ni siquiera se movió, como si no me hubiera escuchado. Simplemente siguió sollozando.
Al cabo de unos minutos parecía que se detendría, alzó su mirada intentando sonreír pero sólo logró hacer una mueca.
Se veía tan pequeña e indefensa, tenía los labios rojos e hinchados al igual que sus ojos. Jamás la había visto de esa manera y me partió el alma saber que no podía protegerla, ni a ella ni a mi familia.
-¿Qué pasa nena?- pregunté acercándome aún más a ella.
-Es por mis padres, algo tonto a estas alturas- rió con tristeza.
-Eso no es tonto, sé por lo que pasaste- limpié una lágrima que caía por su mejilla.
Habían pasado unos meses desde la muerte de sus padres y desde aquella vez que la encontré no la había visto flaquear, llorar o si quiera más débil.
Pero por alguna razón ese día era la excepción.
-El que se reuniera toda esa gente con estúpida sangre pura me hizo pensar que si ellos no se hubieran negado estarían aquí- se veía molesta pero aún así su melancolía era mayor.
Una vez más no supe que decir, ¿que tenía que hacer en un momento como este?Ella me miró ya más tranquila y acortó por completo la distancia entre nosotros abrazandome y recargando su cabeza en mi hombro. La acepté con gusto y acaricié su espalda con delicadeza.
Los sollozos se fueron apagando poco a poco hasta que me di cuenta que se había quedado dormida.
La tomé entre mis brazos y la recosté en la cama, me quedé junto a ella y la observé dormir tranquila. Con todo lo que pasaba no me daba el tiempo suficiente para apreciarlos como antes.
Recordé lo que le había dicho antes, no quería una vida como esta para ella, sólo quería que fuera feliz conmigo pero al parecer sólo hay problemas.
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La Sangre De Un Mortífago {Draco Malfoy}
FanfictionEn su sexto año a Draco se le es encomendada una tarea de suma importancia y dificultad. Las cosas se complican aún más cuando conoce a una chica que aparentemente lo distrae, pero todo está apunto de acabar. La historia que nace de ellos implica má...